domingo, 31 de diciembre de 2023

domingo, 24 de diciembre de 2023

Cuba: navidad del 2023

     El 2023 pasará a la historia como el año en que los cubanos, en vez de la esperanza, coronamos el amargo drama de quedarnos sin huevos.  En agosto del año que muere, Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional, exhortaba "a que el ejercicio de la más alta fiscalización al Ministerio de la Agricultura por parte de la Asamblea Nacional del Poder Popular contribuya a transformar y fortalecer la producción agropecuaria en el país, mediante un movimiento político y participativo que permita desatar una revolución productiva en el sector". El fracaso demuestra, como si necesitara demostrarse, que el camino no es de exhortaciones sino de cambios sistémicos que se resisten a realizar. ¿El primero de esos cambios? Ser coherentes con la proclamación de que la alimentación es un asunto de seguridad nacional, e invertir en la agricultura tanto o más que en cualquier otro ámbito de la nación. 

   La torpeza y el sumun en las dilaciones del gobierno  cubano respecto a los cambios socioeconómicos sistémicos que necesitamos, ha redundado este 2023  en la peor coincidencia entre los extremos más perniciosos para Cuba: por acá un chancro huamachisifilítico -falso marxista, antes aupado por el Departamento Ideológico; ahora, aparentemente, renegado, ya se verá- que se resiste a morir como aquel tiempo del cual Gramsci nos alertaba. Y por allá el xanadú de oportunistas y odiadores, de quienes hacen del cisma el negocio de su subvención y enriquecimiento -o sea dicho envilecimiento- personal. 

  Y como la carne del cañón, en tierra de nadie,  entre unos y otros, nosotros: los de las colas, las jubilaciones que no alcanzan, los sueños en la cuerda floja de las decisiones administrativas y los escarnios ideopolíticos. Los sin huevos o con eventuales huevos pagados a precio de vergüenza. Tan torpe han sido el gobierno y sus comunicadores políticos que han logrado este 2023 que, lo más afectados por el bloqueo imperialista -el pueblo inmerso en la agonía que es vivir sin otro sueño que no sea emigrar- cada vez crea menos -y no digo "no crea", solo por no ser absoluto-  que el bloqueo imperialistas sea una de las causa de nuestras decepciones y carencias. ¡Magnífico trabajo han hecho con su ineficacia a favor de la filosofía de la injerencia y el escupitajo!

Aquí está la Cuba que va despidiendo el 2023. Si un balance fuera hacer de lo logrado este año "gracias" a la gestión gubernamental y partidista, tendría que apropiarme de las palabras del poeta -ni profeta ni menos símbolo de nada, solo poeta- Silvio Rodríguez: "Mi opinión es que desde hace muchos años no solo los economistas sino muchos cubanos venimos alertando sobre estos y otros asuntos vitales para nuestro país. Este es un pueblo que ha luchado y entregado mucho, a través de su historia. Si no se cambia lo que debe ser cambiado va a ganar el bloqueo".

Feliz Navidad. Próspero año y felicidad. 

jueves, 21 de diciembre de 2023

Proyecciones del Gobierno de Cuba 2024

 Tomado de la página Gobierno Cuba.


🇨🇺🔊| RESUMEN de las Proyecciones del Gobierno para el 2024, presentado por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, en la 1ra. jornada del 2do. Período de Sesiones de la Asamblea Nacional de Cuba.

✍️| Dinámica Demográfica.

👉Se implementarán medidas para mejorar la situación de los sectores de la salud y la educación, desde el punto de vista de los ingresos de los trabajadores, la estimulación moral, el mejoramiento de las condiciones de trabajo y de vida.

🩺Salud: Pago guardias nocturnas, pago adicional por exposición y complejidad, pago por años de servicio y por el máximo esfuerzo.

📚Educación: Pago de antigüedad, sobrecarga docente, pagos adicionales.

✍️| Reducción del déficit presupuestario.

Avanzar en la implementación del principio de subsidiar a personas y no a productos, para lo cual se debe ir transitando a un esquema más justo y eficiente.

a. Se mantendrá la libreta para la distribución de la Canasta Familiar Normada.

b. Avanzar gradualmente en la eliminación de los subsidios a los productos.

c. Actualizar el procedimiento por parte del MTSS, para una mejor identificación de las familias y personas en situación de vulnerabilidad.

d.Se ratifica el principio de no dejar a nadie desamparado.

👉 Se trabaja en la actualización del costo de la Canasta Familiar Normada y de la Canasta de Bienes y Servicios de Referencia, con los precios de los alimentos de producción nacional y los de importación del Plan de la Economía para el año 2024.

👉Incrementar en un 25% la tarifa eléctrica del sector residencial sólo para  los altos consumidores, a partir de los 500 kWh, como mecanismo de contención de la demanda.

a. La variación de los precios internacionales de los combustibles, impacta directamente, en un aumentode los costos en la generación de la electricidad.

b. En la actualidad el 94% del consumo de los hogares, se concentra hasta 300 kWh

c. Se aplicará a las formas de gestión no estatal que ejercen su actividad en el interior de la vivienda la tarifa del sector no residencial, en sustitución de la actual.

👉 Incrementar la tarifa a la población con abasto de agua no metrada, de 7 a 21.24 pesos.

a.El propósito es estimular al ahorro.

b.El Presupuesto el Estado subsidia la diferencia entre la tarifa de comercialización y el costo del m3 de agua, que asciende en el año a más de 900 millones de pesos.

👉Descentralizar a los Gobiernos territoriales la facultad de aprobación de los precios mayoristas y minoristas de la Medicina Natural y Tradicional, de elaboración local dispensarial e industrial.

a. Se reconocen en la formación de los precios, los costos y gastos reales de estos productos.

b. Los precios minoristas previstos a implementar, a partir del mes de febrero, en varias formulaciones oscilarán, entre 11 y 50 pesos.

👉 Incrementar los precios de los cigarros y los tabacos.

👉Modificar los precios del gas licuado, incrementando el precio minorista del cilindro de 10 Kg de 180.00 pesos a 225.00 pesos, y para el de 45 kg, de 810.00 pesos a 1 014.00 CUP.

👉Aplicar nuevas tarifas para los servicios de transportación de pasajeros.

👉Prorrogar las exenciones arancelarias a la importación de alimentos y aseo por las personas naturales.

👉Actualizar los valores referenciales de las viviendas para aplicar los impuestos asociados a las compraventas de estos bienes entre personas naturales, y regulación de su pago al momento de formalizar la transmisión.

👉Reforzar con efectividad la regulación y control de los precios.

✍️| Empleo

Al cierre del 2023, se estima una disminución en el empleo del 4% de los ocupados en la economía.

Se implementarán medidas para detener esta tendencia:

1. Fomentar la generación de nuevos empleos, a partir del desarrollo de nuevas inversiones, recuperación de capacidades y las demandas del desarrollo territorial.

2.Potenciar y sistematizar las Ferias de empleo, como un método integrado para la gestión de fuerza de trabajo.

3. Ampliar la aplicación de la organización salarial de las empresas, sin la obligatoriedad de aplicar la escala salarial única. (Decreto 87/2023)

4. Aplicar medidas para incentivar la incorporación y permanencia de los trabajadores de sectores priorizados de la actividad presupuestada.

5. Reducir los niveles de informalidad en el empleo, promoviendo un cambio de enfoque, que se oriente a que la persona no se ponga en un estado de vulnerabilidad voluntaria, al no generar derecho a la seguridad social.

sábado, 16 de diciembre de 2023

El cambio que Cuba necesita.

 El único CAMBIO que necesitamos en Cuba es entender que EL MERCADO RIGE y LA CALIDAD HUMANA -que no significa perfección-  DETERMINA

No es una fórmula ni menos un algoritmo que pueda simplificarse. Es un entramado complejo y duro con muchas variables históricas, sociales, económicas, incluso antropológicas, pero que hay que enfrentar con audacia y sabiduría, y pagar los costos personales si es que uno se cree de verdad eso de que ama a Cuba y piensa en el país que le vamos a dejar a nuestros hijos y nietos. 

Enquistados en las medidas, los planes,  los llamamientos, pronunciamientos y demás mierderías, sin aceptar ideológicamente - sinónimo de mentalmente- ese CAMBIO, lo único que logrará es alejarnos cada vez más de la utopía justiciera de la Revolución del 59, y del ideal martiano. 

Entender que el mercado rige y que la calidad humana determina, y actuar coherente con esa comprensión en todos los ámbitos.  

martes, 12 de diciembre de 2023

¿Bolero de Cuba y México?

Por: Alden González Diaz.
Productor musical y mánager del Septeto Santiaguero. Miembro votante de la Recording Academy/Grammys. 
 

He visto a mucha gente que respeto, a la que admiro en alto grado, discrepar con la reciente inscripción binacional, por México y Cuba, del bolero en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.  Entiendo además el hecho de que esa molestia está motivada sobre todo por el sentido de pertenencia, por el amor al género (que debería manejarse ya como complejo, a mi modo de ver, y mejor: de escuchar).  Por lo tanto sé que será complicado de digerir esto que voy a expresar públicamente: que precisamente por mi amor al bolero me siento muy contento con la noticia y que, sobre todo, a los mexicanos no puedo más que expresar agradecimiento.

A mí me enorgullece muchísimo que los mexicanos consideren el bolero como algo suyo y que además le demuestren su amor con hechos.  Desde mi perspectiva la expresión máxima de la inmortalidad de Pepe Sánchez está en el arraigo del bolero en México.  Con el terreno que el bolero ha perdido en Cuba, con la cantidad de generaciones que llevamos con la media de los cubanos sintiendo indiferencia por el bolero, ni idea tengo de lo que fuera del legado de Pepe Sánchez si no fuera por México y otros países como Colombia, Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana...

Es importante destacar además que la idea de la candidatura se le ocurrió a los mexicanos, no a nosotros -los cubanos- y no recientemente.  Ya desde 2013 un grupo importante de especialistas, instituciones públicas  y privadas, y sobre todo de amantes del bolero en México empezaron a trabajar gradualmente para que el sueño se cumpliera.  Desde el mismo germen de la idea consideraron que no podía ser de otra forma que no fuera en conjunto con Cuba, pues los mexicanos que trabajaron en el proceso lo tienen todo claro:  Pepe Sánchez, Santiago de Cuba, Cuba;  y siempre lo expresaron así.  Para presentar el expediente hay que detallar un programa de desarrollo y difusión del género, así como el sustento histórico, y eso no hay forma de expresarlo sin empezar por Pepe Sánchez, por Santiago de Cuba, por Cuba.   

 Ellos, los mexicanos, de manera ilusa, aspiraban a poder lograr la meta mucho antes que ahora, lo pensaron inicialmente para 2018, pero no contaron con el hecho de que nosotros, los cubanos, nos tomamos nuestro tiempo y tenemos nuestra manera de entender las prioridades culturales.  Por fortuna para el bolero en el proceso los mexicanos -no nosotros, los cubanos- crearon en 2015 el Instituto de Preservación y Fomento del Bolero en México (IPFBM), promovieron el Festival Mundial del Bolero y el Congreso de Portadores del Bolero en 2016; y, muy importante, en 2018 aprovecharon para al menos declarar al bolero como Patrimonio Cultural Inmaterial de México (algo que nosotros, los cubanos, hicimos tan tarde como en 2021).  Y no fue hasta marzo del año pasado que el Ministerio de Cultura cubano y la Secretaría de Cultura del Gobierno mexicano presentaron  el expediente ‘Bolero: identidad, emoción y poesía hechas canción’ para lograr lo que en este diciembre ya se ha hecho realidad.

Todos los mexicanos que trabajaron durante años para que esto se lograra aman al bolero incondicionalmente; nosotros, los cubanos, empezamos a hablar del tema hace muy poco, con un intento de campaña que caló muy poco en el cubano común, en la que una suerte de portavoz, una muchacha joven, en cada comparecencia decía Osvaldo Farres en vez de Osvaldo Farrés.  La primera vez pensé que había escuchado mal, luego me di cuenta de que no, no es el bolero lo suyo.

En los primeros textos de los mexicanos se habla de toda la influencia regional de Cuba en ese momento en el que el bolero llegó a México.  Y a mí como cubano eso lo que me da es pena, porque esa influencia a donde sí no ha llegado es a las nuevas generaciones de cubanos, y porque el amor de los mexicanos por la música cubana es tanto que les alcanza para el danzón.  Para este servidor una de las cosas más lindas, emocionantes que ha visto, es a los jóvenes mexicanos disfrutar del danzón con la misma sabrosura que pudieran disfrutar de la Arrolladora Banda El Limón.  En el México de hoy además las danzoneras tienen la misma vitalidad de otrora, mientras en Cuba las orquestas charanga que eran las que sustentaban la interacción vital con los danzoneros que quedaban han ido desapareciendo gradualmente, pienso que en gran medida por el catalizador que fue la desaparición de la  Asociación Nacional de Orquestas Charangas,  organización que tuvo entre sus pecados el de trabajar con eficacia cultural y económica inusitada desde fuera de la capital.

Ya no causará asombro el que cuente que sin ser supersticioso cruzo los dedos con fuerza para que los mexicanos nos hagan con el danzón lo mismo que nos han hecho con el bolero.

Nota del autor:

El de la foto es Alberto Villalón.  Aunque Pepe Sánchez fue el maestro, fueron sus discípulos Sindo Garay y Alberto Villalón los que popularizaron lo que en esos primeros años republicanos se conocía en la capital como “bolero oriental”.  La revista teatral ‘El triunfo del bolero’ (vaya título premonitorio), estrenada en el teatro Tívoli (aledaño al parque de diversiones Palatino) en 1906, con protagonismo musical de Villalón, fue el gran éxito, la consolidación del género en aquella Habana.  Villalón fue también el protagonista en la llegada del bolero a México, por Veracruz, alrededor de 1910. 

 Villalón fue además el primer guitarrista del Sexteto Nacional.  Y coincidentemente yo estoy en el grupo de los que piensan que la forma de expresar el bolero-son del Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro sustenta en gran medida eso que primero se llamó "bolerito" y luego bachata en República Dominicana.  Eso que Juan Luis Guerra define como “bolero caribeño” fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2019, antes que el bolero, no por culpa de los mexicanos.

jueves, 7 de diciembre de 2023

Canciones en la noche

 A propósito de la proclamación del bolero como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, y del primer año de la proclamación de la trova cubana patrimonio inmaterial de la nación cubana,   recordé la siguiente crónica que escribí acerca de una actuación de Lyn Milanés y mi coterráneo David Álvarez, en el Teatro Manzanillo, el 20 de octubre de 2017... 



En noches de rones y descargas después de una función, solía decirme mi amigo el dramaturgo, actor y director teatral santiaguero Agustín Quevedo Suárez:  "sobre el proscenio, también detrás de los telones, vagan y retozan los espíritus de los músicos y los juglares". 

Los veo.

Lynn entona un sentimiento mientras  Miguel Benavides le da la bienvenida a Sindo en la dimensión de lo soñado, sobre el escenario del Teatro Manzanillo. Lynn los besa con afinación perfecta, les invita  a la platea con un abrazo melódico, susurrante a veces, estertóreo otras; siempre dulce como la flauta de Loidis, o sensuales como las maracas en clave de trovas. 

Cautivados, Garay y Miguel se confunden entre las decenas de manzanilleros que, desafiada la lluvia -lluvia persistente durante horas-, han llegado al teatro donde Céspedes actuara y dirigiera. Los aplausos son redondo como una obra  bien escrita. 

De soslayo descubro a Carlos Guivert, Daniel Alarcón, Cesarito Gutíerrez, Don Eduardo, Antúnez  y, junto a ellos,  Niña la Rosa. Todos vibran en la estrechez de esta noche en que Lynn Milanés nos presenta su disco-homenaje a Sindo Garay con canciones y guarachas que jamás habíamos escuchado, y aquellas imprescindibles que La Caro corea, sin saber cuándo las aprendió, "porque no es música de tablet ni celular, papá,  pero me hace bailar, reir y llorar..." 

Al fin Carlos Manuel escucha  "Retorna", esta noche del 20 de octubre en que los arpegios de la guitarra de David Álvarez y cuatro músicos más, acompañan a Lyn que, como Guarina, "Lleva en sus alas el raudo viento/ el dulce acento de mi canción". 

Entonces llega Pedro Rivero, abraza a su hijo que escucha al fondo; se me acerca desde el cercano espacio de su partida; Y Pedro, y todos, juglares, trovadores, cantores todos, completan la armonía de unas cuerdas que se quedaron en el disco, y que no hacen falta, porque aquí están ellos para suplirlas. 

A diferencia de la noche que actuó el reguetonero Divan en La Concha,  no asiste ninguna autoridad ni política ni gubernamental de Manzanillo con todo y que es el Día de la Cultura Cubana. 

Tampoco hacen falta. Treinta pares de palmas verdaderas siempre valdrán más que el gesto obligado de todos los políticos. 

Ya me lo decía mi amigo Agustín Quevedo: "en los teatros, cuando el arte hace de lo sublime, magia; los músicos y actores de todos los tiempos, se agolpan y alimentan la armonía". 

Se cierra el telón.

Sindo Garay abraza a Miguel Benavides. 

Bajo la lluvia, Lynn Milanés se marcha de la ciudad donde los amigos de su padre, hace 45 años, fundaron la Nueva Trova.






viernes, 1 de diciembre de 2023

No quiero sentirme valiente, quiero sentirme libre.

 Universidad Tecnológica de La Habana lanza convocatoria a concurso de fotografías...


"No quiero sentirme valiente cuando salgo a la calle; quiero sentirme libre" 


Te invitamos a participar en el concurso "Di no a la violencia de género" en las categorías de Fotografía, Audiovisuales y Memes, para celebrar la "Jornada contra la no violencia" del 25/noviembre al 10/diciembre.


Fecha máxima de entrega de los trabajos el 6 de diciembre al correo rosaime@tesla.cujae.edu.cu


martes, 28 de noviembre de 2023

Juicio a médicos en Bayamo. Un acercamiento desde la Comunicación Social.

 No es posible analizar, sacar conclusiones y emitir juicios razonables, incluso de buena fé, si no se tiene información objetiva. Para un observador no participante, el único modo de obtener información objetiva de una fuente involucrada en determinado proceso o hechos, es que ESA FUENTE LA OFREZCA oportunamente y con plena transparencia, ya sea por voluntad propia o porque se le conmina o exije. No hay otros modos.  

Leyendo la Nota Oficial emitida por la dirección de salud de la provincia de Granma acerca del juicio a que han sido sometidos seis médicos de un equipo de cirugía del Hospital "Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo", reafirmo que la Ley de Comunicación Social aprobada por nuestra Asamblea Nacional será letra inerte si los decisores, en el ámbito que sea, siguen aferrados a la vieja mentalidad secretista y autocensora. Porque no informar desde la institucionalidad oportunamente, dejar que el rumor y la especulación se expanda, dejar exprofeso a la opinión pública con una sola matriz informacional -la más conveniente para quienes quieren ver a Cuba desmembrada en odios y diferencias insalvables-, no contribuir a tiempo desde la comunicación institucional, no narrar los hechos con todas las aristas posibles -la de la familia del fallecido, la de los enjuiciados y sus familiares y compañeros, incluso, la de los expertos judiciales y los peritos- es estar aferrados a esa mentalidad cuya obsolescencia social tanto daño nos hace a la nación y a la comprensión mutua, y a esa tan preconizada unidad en la diversidad de la cual se hace gala tantas veces en la retórica de los congresos y las tribunas, y se desdice tantas veces en la praxis. 

Sin empatía no hay comunicación eficaz. Y para generar empatía hay que descarnarse, decirlo todo, enseñarlo todo sin concesiones a los tabúes y los miedos a enfrentar situaciones duras que nadie, en su sano juicio o con formación humanística, desea para ningun compatriota o familiar.

Hay que desterrar de la comunicación institucional toda noción conspiranoica, determinada por el síndrome de la sospecha y la mala leche, al estilo del cuento de "métete el gato por el..." y acabar de entender que la ciudadanía como colectivo humano siempre va a ser más sabia, si se le dan todos los elementos con transparencia, que cualquier estructura política, gubernamental y/o institucional. Pero para que esa sabiduría se manifieste hay que darlo todo, decirlo todo -como nos invita Guillermo Rodríguez Rivera desde el blog Segunda Cita- y darle voz a todos, también,  a los equivocados e inopios. 

En la aristas de la comunicación mediática, el comentario de la periodista Carmen León Guerra, de la emisora manzanillera Radio Granma, luego de leer la Nota Oficial de la Dirección de Salud de Granma, también evidencia esa obsolescencia conceptual -tal vez ideopolítica- que no acabamos de superar. Carmen razona correctamente que  no es posible dar una opinión objetiva si la institución involucrada en los hechos no cuenta objetivamente los hechos. 

Pero lo expresa mal: "Claro que tiene que haber ronchas, tiene que haber opiniones, toda esa barahúnda, esa diversidad de opiniones... ¿Por qué? Porque ahora es que se publica, ahora es que se aclara, ahora es que se están dando oficialmente a conocer los hechos...."


Equiparar el rumor, la "barahúnda" (ruido, desorden, confusión) con la diversidad de opiniones es un error conceptual de mi excompañera de la revista cultural "Qué Tal, Manzanillo". El rumor, el ruido, la exageración, la distorsión de la información -provocada casi siempre por el vacío de información institucional- son ciertamente manifestaciones y efectos indeseables pero no la multiplicidad ni menos la diversidad de opiniones. De hecho, lo que se ha estado generando en este caso no ha sido diversidad ni multiplicidad de opiniones sino argumentaciones -con o sin objetividad o razones, no voy a entrar a evaluar eso- de una matriz que pone al gobierno cubano como culpable de todas las carencias, materiales y éticas, que pueda existir en nuestros hospitales. Diverso hubiera sido que los periodistas granmeses hicieran lo que corresponde a un profesional de la prensa de verdad comprometido con este tiempo convulso y confuso que vive su patria. Diverso hubiera sido romper tabúes y dogmas acerca del periodismo militante -que se confunde con oficialista por todas las partes- y haber contado los hechos desde las distintas perspectivas del acusador y los acusados, y de los observadores más cercanos. 

Carmen León plantea en su comentario por Radio Granma que: "...por la ética que nos corresponde nos hemos mantenido... a la espera de esta noticia, de esta información oficial"... Tengo francamente que discrepar categóricamente. El silencio, la espera por el pronunciamiento oficial demorado es, precisamente, lo que considero poco ético para un periodista revolucionario y comprometido con Cuba -y no estoy dudando de que los periodistas en Radio Granma se sientan revolucionarios ni comprometidos con Cuba-  en la actual circunstancia. Lo ético para un periodista en la Cuba actual no es el silencio hasta que la oficialidad se pronuncie. ¡Definitivamente, no! Lo ético es sacudir esa institucionalidad aferrada a la obsolescencia comunicacional e ideológica por la cual persiste el secretismo, la tendencia a autocensurar, la extraña y fatal noción de que si la institución no dice algo, la gente hará como que no existe, o es un bulo de los enemigos, o es una exageración. Ya esos tiempos se acabaron y no sé qué más necesitan para entenderlo puesto que, hasta una ley aprobada por la asamblea, lo reconoce. 

Comprendo perfectamente que es un riesgo enorme para su zona de confort, que un periodista en Bayamo, Manzanillo o cualquier municipio de Granma, intente sacudir el oficialismo y la procrastinación comunicacional de cualquier institución. Lo comprendo porque lo sufrí y pagué las consecuencias con creces, en lo personal. Pero son los gajes del oficios, sobre todo, si uno se siente revolucionario y comprometido con Cuba.  Porque por estas tierras orientales -creo que más que por cualquier otra región- está aun muy arraigada esa fatal confusión de militancia política, militancia revolucionaria,  con complicidad con el secretismo y la procrastimación comunicacional. Lo comprendo y me puedo poner en el lugar de esos periodistas pero no por eso voy a decir que estoy de acuerdo, o que esté conforme como ciudadano con su labor como servidores públicos que son. 

Sobre los hechos en si mismos, sobre si era menester juzgarlos o no, aun no me puedo formular una opinión responsable puesto que no tengo acceso, precisamente, a un mínimo de datos diversos que me permitan contrastar fuentes y enfoques de sus implicados.  A eso agreguemos que no soy médico ni jurista. 

Pero sí he sido comunicador profesional y estudioso de los medios en Cuba. Y sí puedo asegurar que otra vez estamos perdiendo la oportunidad -aunque dolorosa, muy dolorosa- de convertir una situación compleja e indeseada en un proceso de aprendizaje gremial, social, que nos permita establecer y compartir las causas del deterioro de un pilar acerca del cual este país llegó a enorgullecerse y de ser reconocido en todo el mundo: la salud pública. 

Ya que sucedió el hecho lamentable y triste de la muerte de un joven, lo saludable como sociedad es discutir cómo este hecho es una muestra o no de lo que no nos funciona o nos funciona mediocremente en nuestros hospitales y centros asistenciales, al menos en ese hospital en concreto.

¿Hasta qué punto las carencias materiales persstente afectan el rendimiento de un profesional de la medicina? ¿Hasta qué punto vivir inmersos en esta especie de campo de batalla cotidiano, resultante del bloqueo y la mala administración, afecta el buen discernimiento de un profesional de la medicina? ¿Cuál es el límite entre la llamada 'resistencia creativa' en la atención hospitalaria y la chapucería o la violación grosera y oportunista de los protocolos?  Son esas problemáticas las que, en mi opinión, debería fomentar un periodismo profundo y revolucionario, y son esas cuestiones as que deberíamos debatir... ×

 Eso es más saludable que cualquier juicio o sentencia judicial. Discutir, debatir, entender para minimizar las posibilidades de que se den una serie de circunstancias que, sea por negligencia o no del equipo médico, quede la insatisfacción con la atención en los familiares de un fallecido. Creo que ese es el aporte ético, revolucionario, patriota que puede y debe hacer un profesional de la comunicación ya sea en los ámbitos mediáticos o institucionales, en casos como estos. 

Y ahora, legionarios, vengan a mi...

lunes, 27 de noviembre de 2023

Invierno en La Habana, incluso antes del ordenaniento.

 La llegada del frio parece crear extrañezas en La Habana. Un auto soviético se ha besado frenéticamente con un camión chino en la calle Hospital. Sus choferes, en vez de pelear como resultaría lo esperado, se ríen del disparate que ambos hicieron. 

Entre los curiosos hay un joven. Me ha seguido a pie hasta  un parque cerca de la sede de la UNEAC en 17 y H:  ¨¿Me permite cinco minutos, señor?¨.  No debe pasar de los 25 años. Se   nota roído por el tiempo.

¨Es que mire, señor, soy de Gibara, podría decirle que vine para La Habana porque quiero hacer las pruebas de actuación en el ISA, pero no es exactamente así, ese ha sido sólo el pretexto¨ 

Voy apurado.. No comprendo por qué cree que pueda interesarme su examen de conciencia. El tipo lleva una mirada sin máscara que me detiene  y me hace  prestarle atención: ¨La verdad es que vine para demostrarle a una muchacha de lo que soy capaz en términos prácticos, y que se puede soñar y tener éxito, amar sinceramente y tener un vida¨. Ya a estas alturas, me ha arrancado una sonrisa  con todo y que el mediodía vierte grises y una lluvia fina nos atrapa. 

¨Pensé que podría trabajar en cualquier cosa y pagarme mi estancia en La habana mientras me preparaba para el examen, pero no me aceptan en ningun centro estatal porque no tengo dirección oficial aquí en mi carnet de identidad, y la cosa con los particulares no está tan fácil como se ve en los noticieros¨

Ya no siento el olor de sus días sin baño, ni me fijo en un inevitable tic sobre su faz , ni en la mochila sucia colgada de sus hombros. Sólo lo escucho, tal vez porque su voz me remite a retazos de mi mismo: ¨Duermo donde me vence el sueño, a veces en casa de algun amigo, otras en la funeraria, y mientras tanto me preparo para el milagro, voy a lugares donde ensayan actores y me las arreglo para mirar, porque a las presentaciones no puedo ir con esta facha y sin dinero para pagar la entrada. Sólo eventualmente alguien me invita a una, y entonces me siento en una butaca a soñar que mi sueño es posible¨. 

Le pregunto si pertenecía a alguna agrupación teatral en Gibara y me responde que no, que lo de él es actuar de verdad, no andar por ahí haciendo musarañas según una programación y los últimos devaríos del snob y los actos político culturales: ¨No quisiera convertirme en una estatua viviente más¨ -me dice y noto que le duele algo en el estómago.

¨Sólo he actuado para ella y por ella estoy aquí, porque no quiero que me vea más siendo un técnico en comercio, ni me compre refrescos y bocaditos de puerco cada mañana, ni me mire como al derrotado de turno¨

Me cuenta que está excesivamente delgado porque come poco, y porque entrena mucho pues para  actuar debe traducir sus amores en control sobre el cuerpo y su  mente, según leyó en algun sitio. ¨Pero a veces, señor, el estómago me traiciona, y tengo que acudir a personas como usted para ver si me ayudan a elevar el azúcar en sangre, para seguir en busca de lo mío... ¿Entiende?¨. 

Y me arranca, en forma de risa, la tristeza más potente que he sentido desde que llegué a esta Habana del 2014, loca de cálidos frentes de frios y esperanzas rotas. Le invito a a comer perros calientes en una cafertería de 23. Cuando voy a pagar, me doy cuenta que el dinero no me alcanza para los dos…



sábado, 18 de noviembre de 2023

Al final de mi viaje.

 Debió de mirar de soslayo cómo me bajo del camión, y me palpo el bulto de billetes devalorizados.

"¿Me das algo para cigarros?" y su expresión fulmígena distorsiona el atardecer en Altahabana. Tendrá unos quince o dieciséis años. Es trigueña. Lleva un piercing debajo del labio y una sonrisa de falso candor. Viste el uniforme de preuniversitario. 

"No me gusta fomentar  hábitos tóxicos en niñas", le contesto lo menos amable que me sale. Quien ha sido mi compañero, un camionero de La Virgen del Camino, sigue el curso: "Yo te compro la caja completa si vienes conmigo". 

"¿Qué tan lejos me vas a llevar?"

"¿Qué tan lejos quieres ir?


Escucho a retazos el resto del "talle" mientras compro un par de cervezas. Después de todo,  un hombre las necesita al menos  antes de coger un nuevo impulso. Han sido dos mil kilómetros de carretera, noches lluviosas, vacas atravesadas, preocupación por si te roban parte de la carga, un inspector comemierda al amanecer y otro amable y profesional en Jagüey Grande, y un colega que fuimos a adelantar, que se puso a bobear y por poco nos saca a la cuneta justo a la entrada de la famosa cocodrilera de Guillermo García, unos kilómetros antes de La Demajagua.... 

Ahora estoy en uno de esos sitios donde concentran seis o siete kioscos expendedores de comidas y bebidas, al costado de un edificio residencial de doce plantas. Hay trap y reguetón en el espectro sonoro, y risas, bromas pesadas, algun efecto del manoteo -y el manoseo- entre adolescentes. De sus conversaciones sobresale, como golpe de stacatto locutivo, la interjección pinga; y de sus expresiones corporales, la satisfacción del mimo que sabe lo están observando. 

No recuerdo si alguna vez me dijeron el nombre. Supe de ella en un reunión de padres del instituto donde La Caro hizo el preuniversitario. El director regañaba a los impuntuales  y la ponía de ejemplo. Vivía a 15 kilómetros de la escuela, y jamás llegaba tarde. Ni siquiera cuando se le ponchaba la bicicleta, o amanecía con lluvia o ventisca. Cuando se habla de la muchacha, algunos miran a un hombre de unos veinte y tantos años que señala el director como la persona que la representa en la reunión: "Debe ser el hermano", pienso. "No, es el marido". Me aclara La Caro después. 

Una mañana la conocí en casa: inadvertida y humilde, repasaba las lecciones con el grupo de estudio de mi hija en dias previos a los exámenes de ingreso a la universidad. A la hora del  almuerzo La Caro me anuncia que ha invitado a su compañera. La chica se ve avergonzada. Me doy cuenta de que la bicicleta que reposa al lado de La Paloma Azul es suya: "Vaya, tú también eres bicicletera como yo", le digo para que le pase rápido el mal momento. Sólo sonríe con los ojos. 

"Pa, ella es la muchacha que el director puso de ejemplo porque nunca llega tarde a pesar de que vive en Calicito" - me dice La Caro mientras, literalmente, le da un jalón de brazos y la lleva para la cocina. 

"Tiene un niño de dos años. Lo tuvo en las vacaciones de décimo. Se las arregló para no perder el año. Su abuela se lo cuida para que siga estudiando porque el esposo trabaja la tierra", me cuenta La Caro en la noche, seguramente, porque cree que censuro la peculiar familia de una chica de dieciséis años con un hijo de un hombre de veintitantos... 

Dos o tres años antes, yo había tomado una de esas medidas preventivas drásticas que los padres aplicamos, ante el asedio -asedio no rechazado con suficiente resolución, según me pareció- que un treintañero, distribuidor de El Paquete*,  le aplicaba a La Caro. Primero hablé. Razoné. Expliqué. Luego fui a la casa del tipo y le advertí: "Si me entero -y me voy a enterar- que vuelves a hablar con mi hija, me ocupo de no dejarte un hueso sano y luego te acuso de pederastia, judicial y públicamente". 

Quizás La Caro recordaba ese episodio al insistirme: "Se ve que se aman, papá. Y él la apoya para que no deje de estudiar". También yo recuerdo el episodio, este atardecer que la trigueña del piercing se monta en el camión, y el chofer de La Virgen del Camino arranca... 

"Dale, avanza" -le digo. "Yo sigo a casa caminando. Apenas estoy a tres cuadras y de vez en cuando me gusta andar por mis propios pies". 

Él hace un gesto de resignación y ella, ya desde la cabina, me saca la lengua mientras articula sin emitir: "Te lo perdiste por maricón". 



*Contenidos bajados de Internet cuando en Cuba la conectividad era una rareza. 


miércoles, 15 de noviembre de 2023

Crónica roja del Guacanayabo


 I

Según relataría horas después, durante la reconstrucción de los hechos, ese día había despertado con deseos de matar. Se había pasado la mañana y la tarde merodeando su libertad condicional y, en la noche, decidió divertirse un poco en una fiesta pública. Había cuadrado con un socio para que lo regresara al vecindario y, sus deseos, se agudizaron por el mal humor que le causó que "el tipo me embarcara". 

Entonces vio a su víctima. Otro vecino. Es apenas un joven que no debe llegar a los veinte años. Está sobre una moto eléctrica al alcance de la compulsión homicida. No lo sabe. Aprovecha para dar su última carrera de la noche -piensa-, tampoco sabe que será la última carrera de su vida...

"No me dejes aquí a que me desangre" -suplica ingenuamente. Y el de la compulsión regresa. No ayudarle, no. A cercenarle el cuello. Un hombre que, de lejos, está trabajando la tierra, alcanza a ver la escena, agarra un machete y sale a "tratar de parar aquello". El asesino lo encara cuchillo en mano. El hombre blande el machete y le advierte: "Si te acercas por mi madre que te parto...". El que había despertado ese día con su compulsión de matar, agarra la moto eléctrica de la víctima y se va...

"Lo tenía en su camino" exclama con dolor un afamado espiritista de la ciudad. 

II

Tiene menos de 16 años y ¿quiere bailar? ¿Por qué entonces va con un arma blanca a la llamada Casa de la Moda? Todavía no trasciende qué motivaciones tendría. Las evidencias periciales contradicen a los testigos. La herida parece ser producida por un persona derecha y el victimario, al que todos señalan, parece ser zurdo. 

No obstante, ya su víctima no está más. Ni siquiera debía ser la víctima pues, dice el rumor, los conocidos del presunto asesino declaran que "no era ese el que tenía la cuenta pendiente". Se desangró esa misma noche en que ¿Querían bailar? a menos de dos cuadras del "muchacho que mataron de la moto eléctrica".

 "Dos homicidios con armas blancas en el mismo barrio, con horas de diferencia", es el comentario que me repiten amigos y conocidos en Manzanillo. Me hablan de eso incluso más que de los problemas con el acueducto, los apagones intermitentes cada tres horas, las libras de arroz que no han completado de la llamada cuota... 

III

En la esquina de mi casa no podemos maniobrar con el camión. Hay una aglomeración, autos, motos. Personas de todas las edades muestran consternación,  curiosidad, morbo. 

 "Ha muerto, mataron a...."

"Llevaba días con heridas de cuchillo en el hospital..."

"Andaba por una fiesta y un adolescente de 14 años lo apuñaló..."

La verdad es que no recuerdo a la víctima. Me dicen los socios del barrio que alguna vez jugamos juntos en las guerritas del fútbol callejero...

Epílogo: 

La reproductora de música deja escuchar los versos de la canción  Causas y Azares, de Silvio: 

"No sabí­a, mi amor,

No sabí­a

Que la luz
De esa clara mañana
Era luz de su último dí­a"

En el séptimo kilómetro de la carretera de Manzanillo a Bayamo, a la derecha, está el Centro Penitenciario. Observo las torres y las alambradas, y reflexiono  sobre la causalidad y la casualidad, y se me nota, de modo que Erasmos, el chofer, me mira de soslayo y extrañado. Es probable que la próxima carga sea desde Cautillo hacia Santa Marta, y pueda abrazar a mi amigo Armando.  Siempre fueron un misterio para mi las probabilidades aunque, desde duodécimo grado, pudiera resolverlas, al menos, matemáticamente: "¿Qué probabilidades habrían de que, en apenas tres días, me enterara de tres asesinatos de personas jóvenes por personas jóvenes, casi niños, en una ciudad de apenas cien mil habitantes? 

"Y las causas
Lo fueron cercando
Cotidianas, invisibles
Y el azar
Se le iba enredando
Poderoso, invencible..."






viernes, 10 de noviembre de 2023

Los espíritus del ICAIC y la confesión de un comunista

 Daniel Rodríguez Verdecia fue en vida un comunista de hacha y machete, a lo martillo y la hoz, que ahora llamaríamos ortodoxo. Cuando yo no llegaba a los veinte años, ya él era secretario del Partido en Manzanillo. Luego fue alcalde, y ahí coincidimos. Me habían puesto de jefe del departamento de arte de la dirección municipal de cultura y la directora estaba enfrascada en terminar una maestría. Entonces "me tocaba" a menudo  ir a reuniones presididas por Danielito, como le llamaban. 

Usaba Daniel un modo peculiar, rudo pero no carente de humor, de regañar a sus subordinados morosos o indisciplinados. Podía llegar a invocar, en medio del salón donde hay una silla refrendada a Celia Sánchez, el espíritu errante marxista  de Agustín Martín Veloz -comunista y practicante del espirismo según Kardec- o el espíritu cantor de Felícita Aleaga, afamada médium unidad del barrio San Nicolas, de Manzanillo, en cuyo Centro -especie de templo del espiritista- cuenta la leyenda que Fidel Castro vio al médico-comandante René Vallejo auspiciar un cordón con un "muerto montao". Fue Felícita la que escondió a la esposa eslava de Vallejo cuando Casillas mandó a capturarla como represalia al enterarse de que el manzanillero se había alzado con los guerrilleros. Cuentan que los guardias rurales del terruño sospechaban que la mujer podía estar escondida en el Centro pero ninguno se atrevió a profanarlo. Tal era el respeto que se le tenía a los espíritus.  

La ortodoxia de Daniel Rodríguez Verdecia se volvía más recalcitrante -desde mi punto de vista- cuando se trataba de la cultura artística y literaria. Entendía que el arte sólo debía existir institucionalizado, y que esa institución solo debía servir para reproducir ante las masas, y legitimar, la ideología de la Revolución. 

Es natural que Daniel y yo, con apenas 25 años cuando comencé a lidiar desde mi puesto con su alcaldía, tuviéramos serías diferencias. Entonces yo era mucho más irreverente que ahora pero, por alguna razón, mis dardos "envenenados" en medio de sus reuniones, nunca llegaron a ofenderle o a procurarse un antagonismo insalvable de sus conceptos con mi posturas. A lo más que aspiraba era a llamarme "El Muchacho de Cultura", quizás para minimizarme, y yo: "Alcalde" con una peculiar entonación. 

Nuestro mayor conflicto se produjo por la programación de la Banda de Conciertos de Manzanillo. Los jueves en la tarde, la centenaria agrupación manzanillera hacía sus retretas, y su sonido molestaba una sagrada reunión que Daniel presidía en la sede del Poder Popular. Entonces él, invariable, rezongaba: "Oye, Muchachito: ¿Tú no crees que esa gente pueda tocar los jueves en otro lugar? ¿Por qué no tocan dentro de La Glorieta y así no interrumpen esta reunión?" Y yo, invariable también: Porque el alcalde que mandó a construir La Glorieta se robó los fondos para la doble cúpula que evitaría que las vibraciones la derrumben. ¿Quiere ser usted el alcalde que quede para la historia como el que hizo que La Glorieta se cayera para que la banda no le molestara una reunión?""Felícita y todos sus espíritus me protejan de semejante condición", decía entre hosco y sonriente. Y terminábamos tablas. 

Pero una de esas tardes, a una vicepresidenta del Consejo de la Administración que atendía los asuntos gastronómicos, de nombre Martha Labrada, se le ocurrió que la banda debería dejar de tocar los jueves y, en vez, hacerlo los sábados en las ferias agropecuarias, recreativas y culturales (Así, con tal rimbombamcia, le llamábamos). Los músicos, y el director de la Banda, Bonet de apellido, se opusieron a la idea. Decían que los manzanilleros iban a la feria a hacer colas para comprar productos de alta demanda, a beber cerveza y a bailar con el órgano y la música grabada, que las bandas son de ferias en Europa pero no en la isla de las caderas candentes. Y menos en Manzanillo, donde cualquiera con una sartén y un cucharón, podría armar un sogón* y eliminar la Banda de Conciertos por  nockout técnico. 

Y así, durante semanas, este entonces jovenzuelo con ínfulas de dirigente cultural, estaba entre la espada del gobierno que quería banda en la feria, y la pared de los músicos que no querían. Poco a poco el resto de los ilustres miembros del consejo de dirección de Cultura, aun los más acérrimos defensores de la tradición, me fueron dejando solo ante los embates de Danielito y Marta Labrada, la vicepresidente. Completamente cercado, hice gala de todo mi poder de convencimiento y, con la decisiva complicidad del instructor de música Ignacio Riverón y de sus contactos en la fábrica de ron Pinilla, nos emborrachamos  con Bonet, Colón-el administrador de la Banda de Conciertos- y dos o tres músicos más con liderazgo en la agrupación, y los convencí de que fueran a tocar a la entrada de una especie de anfiteatro, al lado del Cabaret Costa Azul, que llamábamos El Guiñol.

Obviamente nadie atendió a la banda entre el bullicio de las colas y los equipos de audio de los alrededores. Pero Daniel, Marta y los organizadores de la feria estaban convencidos de que habían dado un gran paso en la conciliación de los intereses del pueblo trabajador y las alturas de la creación artística. 

Tres semanas después sucedió. Lázaro Expósito, primer secretario del PCC en Granma, daba su recorrido por la feria manzanillera. Una feria especial en saludo a alguna fecha, y porque Lázaro la visitaría con un grupo de artistas y escritores "nacionales" que andaban por Granma. Todo se sincronizó para que, cuando Lázaro y su séquito se acercaran, la banda estuviera tocando La Marcha del 26 de Julio, como el éxtasis de la función ideológica de la cultura artística. 

Justo enfrente, la Empresa Avícola Nacional vendía gallinas ex-ponedoras y pollitos. Desde la noche anterior, los interesados habían "organizado" la cola con tickets y todo. Las gallinas ex-ponedoras -que no cluecas- eran de altísima demanda en esa época. 

La Marcha del 26 de julio, la venta de gallinas, Expósito, Daniel, la comitiva que se acerca. Una discusión en la cola. La comitiva que llega. La Marcha del 26. Una trifulca en la cola entre dos señoras. Expósito que ve, y Daniel. Dos gallinas son usadas como floretes por las contendiente. La policía, cuyos cuarteles están a menos de una cuadra, que llega. Los ojos de las gallinas desorbitados entre estocadas y jalones de pelos... 

En la reunión de evaluación de la Feria, presidida por el indiscutido primer secretario, éste pregunta quién había sido el de cultura al que se le había ocurrido la idea de la banda en la feria. Silencio. Menos mal que hice silencio. Insiste y me mira. Y yo, silencio. Debio darse cuenta de algo cuando le sostuve la mirada. Y no insistió más... 



Años después entrevisté a Daniel Rodríguez Verdecia para un documental sobre los logros de Manzanillo que el propio Expósito me había encargado. Ya Danielito no era El Alcalde ni yo El Muchachito de Cultura. Anoche, al leer que habían decidido la subordinación del ICAIC al Ministerio de Cultura, recordé las palabras de Danielito al terminar esa entrevista:

"Nosotros somos del carajo, Giordán, del carajo. Cuando alguien, o algo, no nos conviene pero lo tenemos demasiado atravesado.... Cuando no lo podemos agarrar por 'cuestiones de principios', ni es un corrupto... Entonces lo dejamos solo, dejamos que se vaya marchitando, le quitamos el apoyo centralizado, le cerramos 'la canalita'. Es así como se destimbala a un cuadro, a una institución incluso, que se vuelve demasiado jodedora... Luego, el que viene detrás, sabe que se aclimata o se aclijode"... 

Y también recordé las imágenes  de mi última visita a la sede del ICAIC junto a un amigo cineasta. Ese día, mi amigo, me contó como Alfredo Guevara, una tarde, en un marco estrecho, había dicho exasperado: "Yo soy el único presidente sin nombramiento oficial de este país. No sé por qué ya no mandan a cerrar este edificio".

  Los pisos dislúcidos, con más oscuros que claros, como en una caricatura patética de un fotograma de Buñuel. Las paredes desteñidas al fin grises. Los pasillos deshabitados por la creación humana donde quién sabe si los espíritus de Alfredo, Titón, Santiago Álvarez, Padroncito y tantos otros, andarán errantes, impotentes, ya sin Felícita ni René Vallejo para que los invoquen desde el cordón y los cantos, aunque sea para que ayuden a salvar ese símbolo en pro de la emancipación y la auténtica rebeldía....


jueves, 9 de noviembre de 2023

Siete de Trump en Noviembre

 Hoy hace siete años -número maloliente, el siete, para algunos coterráneos- un SMS me avisó que Trump había ganado las elecciones. Viajaba en un camión de La Habana a Manzanillo cuando, todavía, costaban 10 extintos CUC y nos parecía una fortuna. 

Esa madrugada, en el teléfono, con un gordo al lado mio que dormido insistía en caer sobre mi hombro, escribí el siguiente texto: 

"En el país más soberano del mundo, estamos más pendientes de las elecciones en los Estados Unidos, que de la eficacia de la gestión del alcalde de la ciudad", me dicho El Viejo por teléfono mientras en la Mesa Redonda,  Reinaldo Taladrid reconoce que Trump puso en ridículo a las encuestadoras y los medios de prensa, incluida la propia Televisión Cubana, que daban a Hilary como la ganadora. 

¿Será que en verdad somos tan independientes?  Me pregunto camino a la wifi del Parque De Céspedes, pienso que, ni siquiera la segunda ronda de la serie nacional, abarca tantos comentarios de Cuba como de las elecciones en los Estados Unidos.  

Y pienso en el debate acerca de los símbolos y sus usos para supuestamente destruir la ideología de la Revolución desde el Imperio,  que por estos días se produce en las redes sociales y la blogosfera,  cuando, en la televisión local, anuncian la realización de un evento cultural en Manzanillo con "invitados de todo el país" pero no se mencionan sus nombres, y actividades a lo largo y ancho del municipio que aún no se saben cuáles son. Y les llaman "invitados nacionales" como si los artistas del terriño, los que comparten pan -malo, el pan- y suerte no lo fueran.

Hace apenas unas horas, miraba yo en La Habana al famoso Alí Bar, llamado ahora Benny Moré en homenaje al genial cantante, y veía la fealdad y el abandono de un lugar, ciertamente, simbólico, emblemático. O los pendones y carteles anunciando los cigarrillos Hollywood al lado de un derruido Viva la Revolución en El Cerro, y ese monumento a la incapacidad en forma de montones de basura en las esquinas de Centro Habana, ciudad maravilla. 

Esta madrugada, en el llamado "conejito de Aguada de pasajeros", una cafetería que triplica los precios de los pocos comestibles que expende a los viajeros nacionales sin que a ninguna autoridad parezca importarle, me llega el sms de Cubadebate con la victoria de Trump. 

Mañana estaré sentado en un banco del Parque de Céspedes, pensando en Pombo que está enfermo y en La Caro que está triste por eso, y en el futuro, y en lo esencial, invisible a los ojos,  como diría El Principito, tan invisible que por acá, hasta Elpidio Valdés y María Silvia, hablan de la victoria de Trump, y se pierden la luna y las estrellas de esta hermosa noche de noviembre....

Eso escribí hace siete años -el siete mágico para los numerómogos, les anuncia que un ciclo está llegando a su fin- y, si uno mira alrededor, saltan las mismas preguntas con la diferencia de ahora se formulan en un contexto de mayor precariedad y subdesarrollo. 

Ya sabemos toda la mierda que nos hicieron trumpeta y sus tromperos (algunos, ahora renegados con disfraces de socialdemócratas pero tengo buena memoria) y todo lo que ese hedónico sedimento le sirvió a bocoyoteros, mandantes, retranqueros y demagogos -ahora muchos con narrativas mutadas-  para pretender justificar nuestro inmovilismo y nuestras incoherencias. 

Quiero creer que este siete no es ni de trumpeteros ni de retrabqueros, que es el cierre de un ciclo vicioso desde la agresión foránea hasta la incompetencia propia aunque, la realidad, no me muestre muchos indicios. 

Ya me acerco a los 51 años. Uno se cansa de ser una especie de heraldo de la desesperanza. 

Quiero creer. 

¡Ayúdenme!



sábado, 4 de noviembre de 2023

La noria de la penetración cultural

 Facebook me recuerda el siguiente texto que escribí en 2015. Creo que ni siquiera visitaba Segunda Cita cuando lo publiqué. Las circunstancias han cambiado desde entonces, entre ellas, que ya apenas nos visitan cruceros con turistas, pasamos por el fatal reordenamiento de la economía y las epidemias de las medidas de Trump y la COVID. Pero hay comportamientos que refleja el texto que no han cambiado y que, incluso, se han agudizado. Ustedes sabrán distinguirlos ahora que se vuelve a hablar de penetración cultural y guerra a través de los símbolos...


Ahora parece que el problema es meramente de simbolismos, y no de esencias. 

Esta mañana (2015 pero pudiera ser 2023)  leí un comentario en el cual se advertía sobre la tardanza del gobierno cubano en autorizar la visita de ciertos cruceros turísticos. Según el subscriptor, la causa de la demora estaba en que el gobierno debía evaluar los riesgos de la guerra cultural y simbólica que nos hacen desde los centros imperialistas. 

Bien sé que la burocracia es altamente eficiente en generar chivos expiatorios, y que en Cuba tenemos todo un sistema ideo-político vinculante entre la desidia estatal y las agresiones desde el exterior, que cada año llega a su climax propagandístico alrededor de la fecha en que en la ONU se discute acerca del bloqueo. 

Sí, las afectaciones económicas propiciadas por el bloqueo estadounidense a la economía cubana, son una realidad y no las cuestiono. También sé que la ideo-política oligárquica es altamente eficaz en reinventarse fundamentaciones conceptuales a su dinámica de egoismo y expoliación contra los pobres. 

Pero no puedo dejar de pensar en nuestros girovagantes, esos arribistas que, desde sus autos pagados por el pueblo y no por la herencia de sus ancestros ricos ni su propia iniciativa capitalista, andan desde la superioridad que les da su supuesta fidelidad absoluta a la Revolución y, cuando la cosa se les pone fea, saltan el charquito y se convierten en más anti-revolucionarios que los mismísimos batistianos, o de pronto emergen como nuevos ricos, como si uno se tragara el cuento de que lograron la plata son su salario de cuadro revolucionario. 

He ahí la esencia que me pone a pensar, que me hace cuestionar el síndrome del infalible promovido por la "ideologética del invicto", del que nunca se equivocaba, por más que él mismo reconociera en múltiples entrevistas que es un ser humano como todos. 

Una cuestión, quizás la cuestión esencial, salta a la vista: el reduccionismo conceptual con el cual nos acercarmos desde el punto de vista pragmático a los símbolos, que es en un final de lo que se trata.. 

Desde Aristóteles se sabe que un símbolo o sistema de símbolo es cualquier objeto, o su representament, que en determinado contexto, y asociado ha determinada construcción cultural, adquiere relevancia social. De manera que a mi me parece una tontería reduccionista y epidérmica hablar epidérmica hablar a estas alturas del campeonato de ¨guerra de símbolos¨ o ¨enfrentamiento a símbolos de poder¨ etc. Si durante las décadas del sententa, el ochenta y el noventa en nuestras universidades y centros de formación política se hubiera estudiado -y aplicado- en serio teoría de la comunicación y semiótica, y no todo aquel manualismo tendencioso y fascistoide soviético -basado en Ortega y Gasset y Goebbels-, si los estudiosos de la comunicación y los ideólogos de este país hubieran profundizado en las Teorías Críticas y los estudios culturales, si no hubiéramos comido tanta pizca de gallo, ahora nos daríamos cuenta de que ya no se trata de meros simbolos o simbolizaciones, como herramientas de enfrentamiento idelógico, sino de que el capitalismo, los ideólogos capitalistas, mientras nosotros seguíamos bobeando con actos que hacen bostezar, ¨galas político culturales¨ llenas de errores técnicos y tonterías, matutinos y vespertinos en las escuelas como póstumo homenaje al más absurdo ¨realismo¨ soclialista, aquellos se reinventaban virtualmente haciendo uso de las artes y los audiovisuales, algo que ya desde Lotman, Fabri y Adorno se venía anunciando. 

La fuerza de un proceso de simbolización, su poder persuasivo, está en los valores asociados que éste tenga desde el punto de vista ético y estético, o sea, CULTURAL y no sólo ideo-político, lo cual hace casi un siglo lo anunció Maletzke, y solamente los directivos de la radio y la televisión en Cuba, y muchas instituciones culturales y educacionales, incluyendo quienes le dirigen desde el Partido, lo desconocen al promover bodrios que nada tienen que ver ni con las raíces culturales, ni con categorías éticas ni estéticas. 

 La relación del individuo con el uso simbólico -individuo, -no masa tonta que necesita7 ¨la papilla ideológica¨ de la cual hablaba Alfredo Guevara-, se sustenta en valores que se crean desde la educación familiar, el ejemplo de los maestros, la moral de los dirigentes, las raíces culturales y la coherencia entre el discurso y la praxis, asuntos que tenemos en profunda crisis en nuestro país. Aquellos, los imperialistas, los oligarcas, podrán ser profundamente egoístas, podrán ser asesinos de niños del tercer mundo, podrán ser supremamente ambiciosos pero son coherentes con su ideología, con la defensa a ultranza de su capital. Nosotros estamos llenos de gente que por el día dicen un discurso proletario en un acto político, y por la noche se duermen soñando con irse a pasear en un yate de lujo por el mediterráneo al compás de la música de Willy Chirino. 

El mismo tipo que a mi me cuestionaba en Radio Granma poner al aire música de Ray Fernández y Frank Delgado, dedicaba los primeros veinte minutos de cada consejillo  que dirigía, en una emisora de radio de la Revolución, a mostrar su admiración por ¨La Belleza Latina¨ o los autos más caros del mundo. 





lunes, 30 de octubre de 2023

Carretera III: los absurdos.

I

 "Tengo tres problemas graves en mi vida" -dice El Hombre del Berliet: "Soy diabético, hipertenso y militante del partido, y cuenta que el funcionario lo miró entre sorprendido y molesto, con expresión de ¿Cómo se atreve a decir que ser militante es un problema? 

El Hombre del Berliet, y otros rastreros, conversan una madrugada en la explanada alrededor de una estación de servicios de La Habana. Esperan con la incertidumbre acerca de si llegará o no la paila con el combustible. Es de Matanzas, el del Berliet, y lo han mandado a habilitar a La Habana con unas piezas de concreto para luego llevar un pesadísimo equipo para el movimiento de tierra... A Cienfuegos. 

"Nos mandan a echar combustible cien kilómetros más atrás pero solo autorizan 200 litros. Así que sí calculas, estamos en las mismas que si hubiéramos ido directamente de Matanzas a Cienfuegos". 

Una grúa -la que debe bajar su carga- viaja también. ¿No es mejor alquilar una grúa en el lugar donde deben bajar y subir la carga? Pregunto pensando en el gasto de combustible de la grúa, y me responde, El Hombre del Berliet: 

"La lógica te indica que debe ser mejor pero: ¿Quién sabe? Bastante tengo yo con mis tres problemas: diabético, hipertenso y militante".

Bajo la lluvia, como a las diez de la noche, adelantamos al Hombre del Berliet y, justo a la entrada de Jagüey Grande, al de la grúa. 

II

Vamos con 23 toneladas sobre la cama. El motor del chinito Howo 290 parece no sentirlas demasiado. Ruge uniforme y silba su turbo para hacernos avanzar entre 80 y 90 km/h. No puede ir más rápido. El sistema de control de flota, que los choferes llaman GPS, te "chivatea" si te pasas de ese límite. Es, además, un abuso para el rodamiento, la suspensión y amortiguación  del equipo. No hay un solo tramo excento de baches en la Autopista Nacional. Y es también un peligro. 

En el kilómetro 277 vemos la señal de un bastón lumínico rojo. Hay un grupo de policías y se ve una rastra Mercedes Benz, con el rótulo de una cervecera, sobre el separador central de la autopista. 

"Buenas noches. ¿Traen fosforera o una manguera?". 

"Manguera traemos en la caja de herramientas. Pero no fosforera. Ninguno fumamos" -responde uno de los dos choferes con los que voy a Holguín y a Bayamo, desde donde tenemos que realizar un maratón para llevar materiales de la construcción hasta el poblado La Demajagua. Allí  realizamos obras de urbanización, la mypime a la cual pertenezco.

Me bajo y pregunto qué pasó. Una joven perito del MININT,  de rostro notablemente hermoso, me responde que la rastra golpeó una vaca y la mató. A unos metros de la cuña Mercedes Benz, efectivamente, hay una suculenta vaca negra tendida. 

"¿Y para qué necesitan fosforera y manguera?"

"Tenemos que quemarla" - me responde la muchacha. 

"¿Quemarla? ¿Por qué no la llevan para un hospital o un centro de estudios interno y la hacen comida para enfermos o becarios?

"La orden que tenemos es quemar por completo el ganado mayor que muera como resultado de un accidente". 

"¿Quién dio esa orden?

"No sé. Supongo que el Ministro. Una orden como esa no la da cualquiera". 

Diez minutos después dejamos atrás el accidente, al chofer, todavía con el susto en la cara, que saca un poco del escaso petróleo de su tanque para quemar la escasa vaca convertida por la irresponsabilidad de una ganadero y un trastazo  en carne de res que  no comerá ningún enfermo ni ningún niño en un círculo infantil ni ningún becario ni ningún anciano beneficiado por el sistema de atención a la familia porque alguien dio una orden que:

"Ay, mijo, nosotros tampoco entendemos" -Me dice la perito de belleza extraordinaria al despedirnos.

 En el kilómetro 307 volvemos a encontrarnos con vacas, vivas, pastando en los bordes de la autopistas. Tranquilas. Seguras de que si provocan un accidente con personas muertas y daños materiales, tendrán la honrosa sepultura de los persas, y nadie las comerá... 

III

Las calles del centro de Las Tunas están limpias y muy bien pavimentadas. Para un turista, sobre un ómnibus Transtur o Vía Azul, Las Tunas será una ciudad limpia, moderna, bien cuidada. Para el rastrero, no. Para el camionero Las Tunas es la ciudad con la peor avenida circunvalante del mundo. Llena de baches, con tramos sin pavimentar y pésima señalización. 

Desde que tengo uso de razón -y ya tengo cincuenta años- por esa avenida circunvalante están obligados a transitar camiones y rastras porque los tuneros quieren cuidar su centro, tenerlo hermoso y reluciente para los viajeros. No importa que eventualmente un camión pierda la suspensión o se le parta una hoja de muelle por aquella circunvalante que está peor, incluso, que la de Camagüey por la cual hay que ir vigilando la carga pues te la roban sin que detengas el camión... Pero eso es otra crónica. 

IV

Entre Macuto y Los Cayos, en el municipio de Yara, por la carretera Bayamo-Manzanillo, hay una prohibición de velocidad. No puedes pasar de 40 km/h. Ninguno de mis choferes la entiende. La carretera en ese tramo está muchísimo mejor que la Autopista Nacional o la Central, no hay poblaciones en los alrededores, las curvas no son pronunciadas pero ahí está la señal y hay que respetarla.... 

Unos kilómetros adelante, entre Cayo Redondo y Las Novillos, nos sorprende una columna de niños y niñas que caminan, acompañados por sus maestros, sobre la carretera. No sobre la cuneta sino, literalmente, sobre la carretera. Van en el mismo sentido del tránsito y no de frente, como aconseja la prudencia cuando no te queda otro remedio que caminar encima del pavimento; si un auto pierde los frenos por detrás de ellos, no lo verán. Ninguna señal, ni auto policial los acompaña para advertir a los choferes del peligro: "No pasará nada", seguramente piensan sus maestros y las autoridades, quizás muy ocupados en hacer cumplir la orden para el destino de la vaca que provoca un accidente....  

Van, los niños y las niñas,  hasta algun a riachuelo a echarle flores a Camilo Cienfuegos. 






domingo, 22 de octubre de 2023

Sólo le pido al Dios de los Ateos


Esta entrada está dedicada a los pro-sionistas y/o subinopios que pretenden exigirme me pronuncie a favor del ataque israelí a los palestinos. Para mi está muy claro que los sionistas, amparados por los imperios británicos y de los Estados Unidos, son los únicos causantes de la barbarie en la franja de Gaza. Obviamente, no comulgo con la reacción de Hamas y creo que, como los rusos respecto a Ucrania, cayeron en la trampa de los señores de la guerra, los que se benefician con la venta de armas, municiones, logística de la muerte. 

Pero también me pregunto: ¿Qué hace un ser humano al ver que sus niños, niñas, jóvenes, ancianos, son periódica y sistemáticamente masacrados? ¿Qué haría yo, con toda y mi vocación por la paz,  si la bomba que alguien mandó a lanzar me mata o mutila a La Caro, a sus amigos, a su generación? ¿Qué Dios o demiurgo garantizaría que no reaccionara como Hamas si pudiera? 

Los poderosos, los que mueven los hilos de la guerra y la muerte, cuentan con los subinopios, esa legión de tontos del sí o qué, que como esperpentos comunicacionales se creen el cuento de lo aparente. Y lo aparente es que los Hamas son una sarta de terroristas odiosos cuando, en realidad, son la semilla germinado por el odio de los sionistas, sinónimo de fascistas. 

Ni el pueblo palestino ni el pueblo israelí se merecen esta guerra que sólo le viene bien a la bilis de Netanyahu y su legión de fascistas. 

He aquí mi postura para quienes la exigen -algunos tienen cierta masturbante obsesión con que este arrendador de rastras se pronuncie sobre asuntos sobre los cuales nada influye- y es por eso que digo como la poesía que León Gieco le cantó al mismísimo Papa Francisco hace unos meses, y que aquí les dejo como si fuera mi propia plegaria al de los ateos:

Solo le pido a DiosQue el dolor no me sea indiferenteQue la reseca muerte no me encuentreVacía y sola sin haber hecho lo suficiente
Solo le pido a DiosQue lo injusto no me sea indiferenteQue no me abofeteen la otra mejillaDespués que una garra me arañe esta suerte
Solo le pido a DiosQue la guerra no me sea indiferenteEs un monstruo grande y pisa fuerteToda la pobre inocencia de la gente
Es un monstruo grande y pisa fuerteToda la pobre inocencia de la gente
Solo le pido a DiosQue el engaño no me sea indiferenteSi un traidor puede más que unos cuantosQue esos cuantos no lo olviden fácilmente
Solo le pido a DiosQue el futuro no me sea indiferenteDesahuciado está el que tiene que marcharA vivir una cultura diferente
Solo le pido a DiosQue la guerra no me sea indiferenteEs un monstruo grande y pisa fuerteToda la pobre inocencia de la gente
Es un monstruo grande y pisa fuerteToda la pobre inocencia de la gente




jueves, 19 de octubre de 2023

¡Somos millonarios!

 Esta madrugada llegamos a UN MILLÓN DE VISITAS en OtraCita. 

¡Somos millonarios!

Gracias a todos los que comenzaron y ya no están, y a los que se mantienen a pesar de mis incompetencias. 

Abrazos. 

martes, 17 de octubre de 2023

Carretera II: la lucha.

 Hay un momento de la incipiente mañana en que los mosquitos realizan la entrega de guardia a los jejenes. Parecería que picar a cada vertebrado que encuentran en su radio de acción, forma parte del ritual solemne con el cual los culícidos abandonan su afán acojonante de no dejar descansar a los rastreros y llegan los papatasis (que no paparazzis) a continuar con la tortura. 

No sabría yo decirles a cuál Coyula se refiere el nombre de la calle que nombra el servicentro. Probablemente sea por Miguel Coyula Laguna, un escritor y luchador independentista escogido por el municipio Regla como su patriota insigne. Menos probable resulta que se refiera a Miguel Coyula Aquino, cineasta  cubano de mi generación, cuyas películas La Cucaracha Roja y Memorias del Desarrollo, jamás ha puesto nuestra televisión, la misma que nos "regala" dos bodrios de terror -terroríficas estéticamente- la noche en que nos muelen los dípteros en el servicentro de Coyula, a la salida de La Habana, ahí mísmitico, por la entrada fea sin señalizar, para la cual hay que atravesar el irregular separador de la Autopista Nacional con más baches que riñones humanos hayan sufrido jamás. 

Los rastreros con experiencia de las provincias cubanas, que vienen a La Habana, prefieren descansar en la explanada aledaña a Coyula en cuyos márgenes está la base nacional de la empresa de Transcontededores: "Nunca nos han intentado robar aquí. Antes venían dos o tres 'luchadores' con sus vasijas a 'rapiñar' un poco del petróleo del que ahorramos. Y ellos mismos nos cuidaban la carga mientras dormíamos. Pero hace rato no aparecen..."

"Se habrán ido para Nicaragua" -dice un camionero joven que hace tres días intenta completar el combustible que necesita para regresar a su provincia: "Mi rastra está arrendada, 'mano', y el dueño de la mypime me mandó pa acá na má con el petróleo de la ida, compay, y como no estoy en ninguna lista ni priorizao, hay que luchar el regreso..."

Hay múltiples variantes de lucha en todos los servicentros de Cuba. No voy a mencionar ninguna. Primero porque todos quienes deben conocerla, las conocen. Estoy seguro. Lo mismo quienes agudizan el problema cuando en sus manos está encontrar fórmulas para aliviarlo que quienes sacan ventaja hoy y se ven afectados mañana, como quienes hacen de la escasez  un modus vivendi, ¡qué viven muy felices, no digo yo!, en nuestra peremne crisis. Segundo porque no voy a facilitarle chivos expiatorio a los mismos que contribuyen a agudizar esta lucha. No se trata de un lugar, ni de un hombre, ni de una empresa, ni de un sector disfuncional. Se trata de una sociedad. Un país. 

Al amanecer nos reunimos alrededor de una fuente de agua potable, nos aseamos y conversamos. Llega un guantanamero que mal vive por los alrededores y nos vende "café de allá, nagüe", a veinte pesos el vasito plástico. ¡Es una bendición! Se habla de todo. De la vida de los rastreros en la yuma, de cómo asaltaron un convoy de rastra a la salida de Santiago y le robaron parte de la mercancía a una con todo y escolta policial, de los métodos que usan los malhechores para abrirte el contenedor aunque vayas a 80 km/h, de lo difícil que es pasar por Sagua de Tánamo, de los cables eléctricos por debajo de los 4.25 metros establecidos de altura, de los inspectores jodiendo a las rastras con matrícula estatal y dejando que los camiones privados hagan lo que les de la gana y amontonen a pasajeros y mercancía en sus cabinas como si fueran vacas, de los policías de Camagüey, Aguada y Rodas que te custodian y alertan y de los otros que se esconden para aparecer y multarte por cualquier cosa...

"A nosotros nos mandaron a cuatro rastras urgente a cargar harina a ochocientos kilómetros de nuestra base. A nuestro director, del gobierno lo tenían loco con la 'operación no sé qué cojones' porque se trata de la comida del pueblo y, en una tarde, alistamos los equipos, vinimos a toda máquina para llegar cuanto antes, echando petróleo de buchito en buchito en cada provincia por la que pasábamos y, cuando llegamos al Mariel, resulta que los contenedores aún no habían sido liberados. No pudimos cargar. Y aquí estamos. El director se entimbaló y nos dijo: 'Hagan lo que les de la gana. Regresen vacío si quieren' pero luego parece que respiró y lo pensó mejor: 'Vamos a buscarles carga con quiénes sean'. Yo la encontré con una Mypime con la cual tenemos contrato. Pero las Mypimes no están priorizadas -la harina, sí- y ahora no estoy en ningun listado así que me toca luchar para regresar cargado a mi base, y no dejar pérdidas". 

El Gordo Feliz está de cumpleaños. Lleva dos noches "durmiendo" en Coyula pues su carga, y su empresa, tampoco están priorizadas. No le pueden echar del combustible que queda en la bomba. Pero ahora está feliz porque, al fin, aparece en el listado de los que podrán habilitar, aun sin ser priorizados, si llega el camión cisterna para proveer al servicentro: "Son las tres de la tarde. Ayer llegó más o menos a esta hora", me dice esperanzado mientras, por enésima vez, le responde a su esposa por what apps que esté tranquila, que en cualquier momento él sale con su Internacional de los años ochenta, que él llega, que tenga fría la cerveza...

Ninguna de las rastras cargadas o por cargar, lleva o llevará mercancías que la gente no necesite, sin distinción de la forma de propiedad de quiénes la gestione. Hay alguien, en algún buró, que decide cuál debe llegar primero, cuál debe llegar después, y cuál debe llegar si un montón de gente se dedica a luchar. Esa son las reglas no escritas. Y todo es, ya lo ha dicho El Presidente, porque "las divisas no nos alcanzan". 

A las cuatro de la tarde vamos por la Autopista Nacional. Nuestro cliente, un extranjero que estudió medicina en la ELAM, se casó con una cubana y ahora es el administrador y financista del  negocio privado de la esposa, me va explicando las causas del ataque de Hamas a los israelitas desde que los ingleses cedieron parte del territorio palestino a los judíos errantes. El hombre tuvo paciencia: "Yo entiendo cómo es Cuba, tranquilo, hermano, entiendo cómo es Cuba"... 

No sé cómo puede entendernos. Ni yo mismo puedo. Pienso cuando un cartel me recuerda que el bloqueo existe.... y la lucha sin la cual, quien sabe, si existiríamos. 

Llegando al kilómetro 259 dos rastras International de los años ochenta nos adelantan como a 100 km/h. Suenan alegres las cornetas y le respondemos el saludo.  Son el arrendado y el cumpleañero uno detrás del otro... 

"Coño, menos mal que resolvieron. Van que jode con los suyos..."

Nos miramos en silencio pero el cliente, el chofer y yo, seguro vamos pensando lo mismo... 




sábado, 14 de octubre de 2023

Eclipse

 Por: Yadira Albet. 

Mis vecinas no ven el eclipse. No les interesa. Y no es que sea gente insensible sin amor a la naturaleza o incapaz de apreciar belleza y maravillas. Simplemente están ocupadas con otras cosas. La supervivencia es cosa seria, muy seria. 

¿Por qué digo esto? Simple: a veces detenerse a ver un eclipse o un zunzún es un privilegio. Aprender a apreciarlo y priorizarlo. Moverse en esa dirección. 

Yo no lo estoy viendo por vaga que soy. No quiero salir a la calle. Pero me encanta la luz atenuada porque la canícula caribe me tiene los ojos fritos.

Necesitamos más de estos. Va y la gente que de forma habitual no tiene tiempo ni cabeza para eso tiene un chancecito para disfrutarlo 😉



jueves, 12 de octubre de 2023

Carretera I.

No llega a sesenta años. En su rostro surcan los kilómetros recorridos. No sé si se va fijando en el arcoiris que duerme la siesta sobre el horizonte de la autopista nacional. Sus riñones sufren el traqueteo del camión con un arrastre de 28 toneladas. Son los baches del bloqueo y la mala administración. En mi caso, sufre la cervical. Junto a la cabina  rodamos un hombre cuya pasión desde adolescente es la carretera. Y otro que abdicó de tal reinado, rompió una dinastía de mecánicos automotrices, electricistas y choferes, para frustrarse como artista y volver al mismo punto...

"Aprende, compay, que si un día no te sirve para vivir puede que te sirva para no morir". -me decía El Viejo cuando yo tenía unos nueve años. Él era uno de los mecánicos de la base de ómnibus escolares de Manzanillo: 

"Hay cosas en la vida que  simplemente no se pueden revertir si se trastocan" -Dijo La Vieja un día, no sé por qué. Y El Viejo: "Bueno, pero una caja de velocidades siempre se puede revertir, si uno se aplica y aprende. ¿Verdad, mijo?" Y de nuevo se empeñaba en que mis manitos -que aun de hombre siguen siendo pequeñas- acomodaran la palanca de una caja de cambios de una de aquellas guaguas Girón V, y pusieran en su lugar los bolillos de seguridad para que no entraran dos velocidades a la vez, ni se trancara la transmisión del movimiento. Y cuando yo no lo lograba, se encabronaba y soltaba un: "¡Manos torpes, carajo!"


Rafa, el rastrero -trailero, les dicen en otros lugares de latinoamérica- y yo tenemos más o menos la misma edad pero él, mi compañero de viaje, parece mucho más viejo aun con su esbeltez. Acumula las arrugas de noches sin dormir, sustos ante la imprudencia y el infortunio, roturas y no pocas injusticias... A la una de la madrugada se repite el intento del mecanismo defectuoso de entrar dos velocidades a la vez, y vuelve a trabarse. 

Rafa pretende tirar la toalla. Lleva casi 48 horas en la carretera desde que salió a cargar, se nos rompió una correa en el kilómetro 205 de la autopista nacional, llegó la policía a custodiarnos y a  la carga de aceite, nos pusimos a atender las paradas solidarias de otros camioneros, luchamos contra los mosquitos en medio del monte, un pastor evangélico nos buscó agua para el radiador en casa de un campesino paupérrimo al que le regaló una camisa, solucionamos la avería con un machete y un trozo de madera, y una correa de mayor diámetro que la adecuada... 

"Aquí nos quedamos hasta mañana" -me dice cuando la primera velocidad se pone  testaruda a la salida de Las Tunas,  y no cede el poder a la segunda, ni a la tercera, ni a la cuarta... generación de movimiento. Es sabido que cambiar, cuando el sistema está defectuoso y es duro, puede volverse un verdadero calvario, pienso, y digo en voz alta: 

"Pero no vamos a rendirnos, hermano. Venga, deme las llaves que yo desarmo y vuelvo a acomodar esa mierda. De niño se lo vi hacer muchas veces a mi padre" -le cuento- Y yo mismo lo he hecho... -le miento. 

Un ómnibus pasa a exceso de velocidad en la misma dirección nuestra cuando logramos volver a acomodar la palanca. En realidad fue el propio Rafa quien hizo el trabajo. Yo sólo atiné a sujetarla en la posición adecuada. Tomó las llaves. Tal vez se sintió retado por mi determinación o, simplemente, se dijo: "Coño, pero si la verdad estoy a menos de ochenta kilómetros de mi esposa"... O recordó la llamada de su nieto, de apenas tres años, la mañana anterior "Abuelo, me traicionaste. Me dijiste que dormirías conmigo..." ¡Qué sabe un niño de correas deshechas y cambios que se resisten a caer!

Volvemos a rodar. La hermana del chófer me comenta: "Menos mal que vienes con nosotros si no nos quedamos aquí hasta mañana...". No lo creo. Este hombre ha hablado tantas veces hoy con su mujer y su nieto que no se iba a conformar con tenerlos a menos de dos horas de recorrido. Lo que pasa es que, a veces, se necesita una blasfemia y un empellón para seguir adelante.... "

¡Manos torpes, carajo!

Unos kilómetros antes de Vado del Yeso, vemos el ómnibus que nos había rebasado a exceso de velocidad estrellado contra un tractor agrícola. Parece no fue tan grave o el bus iría sin tantos pasajeros porque no se nota heridos ni ambulancias por los alrededores. 

"Eso es lo que da ir a millón" -digo yo. 

"Estaría loco por llegar a su apagón" -dice Rafa, tal vez, pensando en si mismo. 




martes, 10 de octubre de 2023

La marcha manzanillera que pudo ser Himno Nacional.

 En estas líneas, el historiador manzanillero Delio G. Orozco González, es interpelado por su homólogo holguinero José Abreu Cardet en busca de información sobre uno de los símbolos de la ciudad de Manzanillo; también para sacar a la luz los esfuerzos hechos en pos de su difusión y, al mismo tiempo, colocar en picota pública los impedimentos que, cual avalancha disolvente, han frenado la asunción colectiva de un símbolo identitario.     



José Abreu: La Marcha o himno de Manzanillo ¿qué significa para los manzanilleros?

Delio Orozco: La «Marcha de Manzanillo», que fue el nombre con el cual la bautizó su autor, debiera constituir para los manzanilleros símbolo sonoro de auto-reconocimiento, nota excitativa de orgullo patrio, acicate musical para soliviantar el espíritu público y timbre de honor de su conciencia colectiva y todo ello, por la talla de su compositor (El Padre de la Patria), por el momento de su creación (4 de octubre de 1868) y las motivaciones de su aparición (Céspedes y sus compañeros de armas habían planeado, como primera acción de armas, tomar la actual ciudad de Manzanillo y la Marcha fue pensada para enardecer el espíritu de aquellos que habían comenzado a ser hombres porque decidieron ser libres). La Marcha forma parte espiritual, aunque lamentablemente no legal, de la trinidad que dota a la ciudad de un completo sistema simbólico: himno, escudo y bandera.    

José Abreu: Luego de confeccionada por Céspedes ¿qué caminos ha andado en el universo musical?

Delio Orozco: Como resultado del fallo del factor sorpresa y la imposibilidad de tomar la ciudad, la Marcha quedó confinada a una página del diario mambí El Cubano Libre de fecha 26 de noviembre de 1868. Nunca, que tuviéramos conocimiento, fue musicalizada ni interpretada por nadie, hasta que a principios del presente siglo, el azar concurrente de la poesía hizo posible que el talento musical y el deber se dieran la mano para que, como Ave Fénix, la «Marcha de Manzanillo» comenzara romper las cadenas del olvido.

Era una noche del año 2004 y, ante la imagen pictórica del caudillo de Demajagua en el Teatro Manzanillo, solicité a Leo Brouwer la musicalización de la Marcha; nos acompañaba el músico bayamés Carlos Puig Premión; quien, presto y solícito demandó para si el trabajo que cumplió de manera cabal cuando en octubre de ese año entregó copia en CD al gobierno de la ciudad y a mi. Tiempo después, Boné; quien era director de la Banda de Conciertos de Manzanillo, hizo un arreglo para dicha agrupación musical; empero, luego de una única interpretación en sus habituales retretas del parque Céspedes, la partitura se perdió o la extraviaron. Más tarde, la Dirección Municipal de Cultura encargó a un órgano su instrumentación y en una tarde cualquiera, antes de la pandemia de la Covid-19, sentados frente a los corredores de la Casa de Cultura, unas 15 o 20 personas escuchamos salir de las entrañas del órgano oriental la «Marcha de Manzanillo».               

José Abreu: ¿Cuándo se interpretó?

Delio Orozco: Sus interpretaciones en vivo han estado a cargo del tenor holguinero Orlando Silverio; quizás, la más destacada de ellas -al menos para una parte de nosotros, los manzanilleros-, la realizó en octubre de 2015 durante un concierto que ofreció en el parque Carlos M. de Céspedes en la única edición de la Fiesta de los Inicios.     

José Abreu: ¿Quién la musicaliza?

Delio Orozco: Como ha quedado dicho, el músico bayamés Carlos Puig Premión, lamentablemente ya fallecido.  

José Abreu: ¿Cómo surgió la idea de que Silverio la interpretara?

Delio Orozco: Esa fue una decisión de Puig Premión. Intuyo que tener conocimiento del timbre y cualidades vocales del cantor holguinero, hizo que se decantara por este.

José Abreu: ¿Quién impulsó esa idea?

Delio Orozco: Creo, de forma inapelable, que nadie da lo que no tiene, ni ama lo que no conoce; también, que nadie quiere lo que desconoce ni defiende lo que no quiere; por ello, cuando me topé con la Marcha en el tomo I del libro Carlos Manuel de Céspedes. Escritos, obra del matrimonio de Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo, vislumbré una pieza simbólica -otra más-, de las tantas que Manzanillo ha aportado a la cultura cubana; sin embargo, para echar a volar sus vibraciones había que empezar por casa y a ello -entre otros empeños cívicos-, he dedicado no pocas horas y esfuerzos. Reconozco al mismo tiempo que nadie es profeta en su propia tierra; por ello, la displicencia, la indiferencia y frialdad de unos no hace mella en mi espíritu, al contrario, tensa mis energías, pone a prueba mi constancia y confirma de que a las estrellas no se sube por caminos llanos ni acompañados del miedo. Desde hace más de una década propongo y sugiero acciones concretas para que la Marcha sea conocida y reconocida por los manzanilleros; también por los cubanos como una expresión concreta de ese núcleo duro de la cultura cubana que es la lucha constante por la libertad y la independencia, ora individual, ora colectiva. Esta conversación contigo se me antoja contribución a dicha pretensión; pues, para curar es preciso saber.        

José Abreu: ¿Cómo se organizó?

Delio Orozco: Después del encuentro en el Teatro Manzanillo, hice llegar la letra a Carlos Puig Premión, luego visité su casa para saludarlo y ver cómo marchaba el proceso de instrumentación. El acto creativo corrió por su cuenta y como he dicho, el bayamés cumplió como bueno.  

José Abreu: ¿Cómo contactaron con Silverio?

Delio Orozco: Fue Carlos Puig quien contactó con el holguinero Orlando Silverio.

José Abreu: ¿Qué banda o grupo musical lo acompaña?

Delio Orozco: Ninguna, es solo su voz.

José Abreu: ¿Dónde y en qué fecha se realizó la interpretación?

Delio Orozco: Por parte de Orlando Silverio, aquí en Manzanillo, en octubre de 2015, una década después de su instrumentación.

José Abreu: La acogida del público.

Delio Orozco: La mayoría de los manzanilleros ni siquiera saben que existe y sobre ese desconocimiento resulta lógica la expresión de asombro cuando la escuchan: "¡Yo no sabía que existía esa Marcha!, ¿por qué no se difunde y promueve más?", suelen decir después de oír por vez primera la Marcha.

José Abreu: ¿Se publicó en la prensa, se hicieron referencia en la TV y la radio?
Delio Orozco: Sí, en 20 años y solo dos ocasiones, he tenido la oportunidad de, a través del telecentro local Golfo Visión, promover la Marcha en dos programas de corte histórico; pero, esos dos momentos nada significan por lo efímero del instante y la falta de asunción por parte de los directivos de la televisión y la radio de la utilidad pública que significaría emplearla como cortinilla entre programas o fondo para campañas de bien público.

José Abreu: ¿Qué planes tienen con esa marcha para el futuro?

Delio Orozco: No debía ser para el futuro, debe ser para el hoy. Mientras más demoremos en apuntalar los horcones identitarios, legitimar las claves del orgullo patrio y socializar en racional y emotivos modos los esfuerzos y sacrificios fundacionales; más difícil será conjurar los efectos disolutivos que hoy se abaten sobre el corpus y la cultura nacional. Por ello y porque uno no nace en un sitio por azar; sino, para dar testimonio, desde hace cerca de una década elaboré un proyecto presentado una y otra vez a las estructuras de poder en Manzanillo y una y otra vez ignorado, donde señalamos la conveniencia de imprimir plegables con el sistema simbólico de Manzanillo y distribuirlo en escuelas, organismos, instituciones y organizaciones, estatales y no estatales, para que se conozcan cuáles son los símbolos y atributos de Manzanillo. En cuanto a la Marcha, lograr que la Banda de Conciertos de Manzanillo la incorpore a su repertorio y al menos, una vez por semana (ofrece funciones los jueves y domingos), cierre su concierto con la marcial composición; y que la radio y televisión local la empleen de manera habitual en su programación para que, cuando los manzanilleros la escuchen, no se asombren de su existencia y reclamen, con justicia, difusión y divulgación de una composición que les ahíta el orgullo de ser y pertenecer.          

José Abreu: Háblame de tu sentimiento hacia esa Marcha.

Delio Orozco: Como historiador no debo hacer evaluaciones sobre lo que pudo haber sido y no fue; sin embargo, como hijo y amador de este segmento de la Cuba Profunda -que un hombre no es de donde nace; sino, de donde hace y le hacen, bien y mal-, consciente al mismo tiempo de que la historia demuestra pero la literatura convence; finiquito este diálogo con un supuesto que delata mis sentimientos: -Si Céspedes, al frente del naciente Ejército Libertador, como tenía pensado, hubiera tomado la ciudad de Manzanillo y al entrar en ella hubiera distribuido entre sus habitantes la letra para enardecer el espíritu de sus habitantes invitándolos a entonarla; hoy, el Himno de la República de Cuba sería la «Marcha de Manzanillo».  

Manzanillo de Cuba, martes 5 de septiembre de 2023.
A 12 kilómetros de Demajagua, Altar de la Patria.