martes, 19 de noviembre de 2024

La última entrada

Tengo la impresión de que vivimos un mundo en el cual se impone la ley del más fuerte. Esa fortaleza ya no sólo es militar, en sentido estricto, sino económica y comunicacional. Aquellos que ejercen el poder en su ámbito son los ganadores. Lo comunicacional pasa por la calidad de los contenidos en sentido manipulador no necesariamente estético, y también pasa por la potencialidad y alcance de la tecnología que sirva de soporte a esos contenidos. 

Lo mismo que a Trump le importó un rábano la constitución de los Estados Unidos cuando conminó a sus seguidores a asaltar El Capitolio -y las últimas elecciones demostraron que no tenía nada por qué preocuparse- o Joe Biden escala la guerra ruso-ucraniana al autorizar el uso de misiles de largo alcance para hacer feliz a la OTAN; lo mismo que Netanyaju realiza su meticulosa y sangrienta limpieza étnica -tan burda como el holocausto hitleriano pero más consentida por eso que llaman Occidente- Maduro gobierna por el forro de sus elecciones aunque lo acusen de fraudulento los mismos que aúpan todo tipo de crímenes imperiales en el mundo, y algunos otros que no los aúpan pero se callan convenientemente, o le exigen a Maduro, a Irán, a Siria, a Hamas, a Putin aquello que los imperialistas yanquis y las antiguas metrópolis europeas se pasan por el forro de sus llamadas democracias. 

II

Y en este mundo de fuertes, no nos engañemos: Cuba es débil. Tenemos la peor de las debilidades: la que da el desequilibrio. Desequilibrio económico que se lee como hiperinflación y un desbalance enorme entre lo que producimos y lo que tenemos necesidad de importar;  desequilibrio social que se traduce en cada vez mayor desigualdad, cada vez mayor índice de pobreza y concentración de la riqueza en unos pocos ya sea porque se la ganan honradamente o porque se aprovechan de las disfuncionalidades del modelo en forma de corrupción, tráfico de influencias o uso de la discrecionalidad estatal en beneficio propio; y desequilibrio político porque el PCC, el único partido, sigue siendo incapaz de fomentar una institucionalidad abarcadora y representativa de toda la diversidad propia de la nación cubana y de su cultura, entendida La Cultura en su más amplia acepción. Si la eficacia que tienen este gobierno y sus aparatos para reprimir sin necesidad -todavía- de llegar a desapariciones forzosas ni de ejecuciones extra-judiciales, la tuvieran para destrabar y fomentar la producción que permitiera exportar lo necesario en las condiciones impuestas por el bloqueo, entonces seríamos un país mucho mejor. 

La tendencia predominante, parece, ha de ser que asumamos la precariedad como la normalidad. Y como parte de esa precariedad: los oídos sordos del gobierno y el partido, y el enquistamiento de la indecisión, la aplicación de tácticas para gobernar a sabiendas de que cada vez el pueblo menos los apoya ni comprende. Hacia lo interno, hacia su misérrimo ámbito de ejercicio del poder,  nuestro gobierno aplica el mismo método de los dueños del mundo en su ámbito universal: la Ley del Más Fuerte... Funcionará mientras aun sean los más fuertes.

III

Este blog surgió por la petición de los foristas de Segunda Cita para seguir dialogando entre nosotros y con la esperanza de que sirviera para algo a las esferas de poder en su toma de decisiones con vocación inclusiva. Aquí, por los comentarios referentes, las entradas han sido lo de menos. Lo trascendente hubiera sido el forum. 

En el forum de Segunda Cita, Silvio aglutinaba y ejercía el complicado arte del equilibrio. Cuando no le alcanzaba su enorme capacidad de razonar y expresar en síntesis ese  razonamiento tenía sus versos, sus canciones. Cuando no le alcanzaban ni sus versos ni sus canciones -situación crítica, extrema, muy extraña- tenía la incondicionalidad de quienes le siguen e idolatran -¡Voilá!- por sus versos, su conherencia, sus canciones...  

Yo no tengo esas herramientas ni menos la sabiduría del trovador. Es por ello que nuestro forum ha menguado y, lo que queda, salvo algunos comentarios que se han vuelto excepcionales, a mi me resulta insulzo, aburrido, tan reiterativos y poco originales como las propias decisiones -o indecisiones- del gobierno cubano. 

Uno aprende a verle las costuras a las intenciones provocativas y cobardes de quienes no dan la cara o simulan ser lo que no son. Aquí yo pudiera aplicar el mismo criterio que cualquiera de los que obstentan el poder en el mundo. Aquí yo soy el más fuerte pues tengo la llave que permite publicar o no publicar. No quiero seguir ese modelo pero tampoco quiero convertir el forum en un circo de catársis, de revancha, provocaciones y menos en el laboratorio de los represores y/o los odiadores y/o revanchistas que les permita más o menos monitorear por dónde van nuestros pesares, no para promover cambios ni resolver los problemas, sino para manipularnos y mantener su pretendido status dominante o hacerle coro a los legionarios de ese status.

Hace unas noches llegué a Manzanillo casi de madrugada. Sólo tenía el tiempo que unos estibadores demoraran en descargar un trailer pues debíamos seguir para Bayamo.  Como se ha vuelto natural, no había electricidad en casa, y el agua se acababa. Hicimos una especie de consejo de familia para conciliar a qué le íbamos a dedicar el insuficiente dinero que les llevaba, insuficiente en relación con un lugar donde un saco de carbón de marabú vale 1500 pesos, quien sabe si mil veces más que cuando este país había acabado de salir de una guerra en 1898. Cuando al fin acordamos cuáles serían las prioridades, le pregunté a Caro si no había revisado un enlace a facebook que le había mandado donde enseñaban a cocinar arroz blanco en una freidora de aire caliente a presión, como la que mi esposa nos había regalado hace unos años... 

La Caro me dijo: 

"No, pa, yo no tengo Facebook ni Instagram ni Tik Tok ni Telegram. Sólo Youtube y restringido a los canales que hablan de ciencias o medicina". 

"¿Y eso por qué?"

"Porque a mi nada de eso me sirve para nada. Ni siquiera tu blog". 

Aprecié la cruda franqueza de mi hija, y me recordó las veces que mami me dijo: "Mijo, yo sé que el trabajo de tu padre ha rendido frutos cuando siento que arranca cualquier motor en su banco de prueba; del tuyo en la radio no estoy tan segura de que sirva para algo". 

Y también uno se cansa.

Yo estoy cansado de Cuba. No de la Cuba de mis sueños a la cual encontraré otros modos de aferrarme. Estoy cansado de esta Cuba virtual que tiende a avergonzarme cada vez más, esta Cuba virtual que secuestra la Cuba real -imperfecta y terca, pero mía como la de mis sueños-  a través de las mezquindades desde uno u otro extremo, con el coauspicio de los que padecemos el Síndrome de Estocolmo en uno y otro extremo. 

Sé que hay quien de verdad cree necesitar este blog, y este forum. Siempre tendrán la posibilidad de juntarse en otros forum o redes más personales y afines que deseen articular. 

Ya yo no me siento capaz. 

Lo siento. 

Abrazo a los abrazables. Y gracias por el tiempo que nos acompañamos y ustedes me soportaron. A los amigos, sólo a los amigos, encontraré el modo de contarles cuando al fin baje el sobrepeso y cumpla mi promesa de ir en La Selvática de la casita de la calle Paula hasta Dos Rios. No me he rendido.

Epílogo

PD: Por ahí siguen Segunda Cita, La Joven Cuba, Lisandra Martín en Facebook, y OnCuba que se parece al Granma cuando alguna vez pudo ser un buen periódico, pero OnCuba con muchísimo mejor periodismo y más inclusivo. 

lunes, 18 de noviembre de 2024

La epopeya del no No 27

 

Por: Jorge Luis Veleta Mederos. 


"En el Pais de los Hombres Callados compartimos la noche"

dijo el Hombre Normal y estuvo preso nueve años y un día.

Angosta es la libertad como un disparo en sombras, 

terrible como una bala que nos busca en el hueso,

tumefacta y rumiante.

Y pobrecita. 


Pero en el País de los Hombres Callados no hay espacio:

las onzas de libertad tienen sabor a Dios sombra por sombra

y los Hombres Normales siempre escapan con la lengua en la espalda. 


Los que habitamos el Pais de los Hombres Callados tenemos dos países:

uno el de la memoria del abuelo

donde suele habitar el chilindrón, 

en ocasiones las nueces y hasta la carne con papas;

el otro es el No-país, 

más bien oscuro y laxo, 

el de los gritos por dentro del estómago y las alas cortadas. 


Habito los dos países. 

En ocasiones escapo hacia la nada de un pueblecillo en Nantes

donde trafico vinos de estación con empanadas de queso. 

Otras me vuelvo loco y soy yo mismo 

con toda la piel rajada por el de agua y los peces

que mueren entre mis manos, igual que yo en silencio. 

Otras soy más cobarde todavía 

y me fumo un cigarro tras del otro para  morime rápido. 


Lo cierto es que en el País de los Hombres Callados caben muchos países,

el mío cabe en mi casa. 


Es la única herencia

que no quiero dejarle a mis dos hijos.




lunes, 11 de noviembre de 2024

Economía delicuescente

Por: Jorge Braulio Rodríguez. 


 Ayer, en la sede de la revista Tensamiento Críptico, se desarrolló la mesa redonda: “Economía delicuescente: una provocación para el debate”. Fungió como moderador Genaro Elafilao, director interino de TC y, como ponentes, tuvimos el placer de contar con expertos muy conocidos en este campo: Cándido Oscar Pilot, G. Minnie y Chad G. Petais. Compartimos con nuestros lectores una síntesis de las intervenciones.

Genaro Elafilao: 

Buenas tardes. Para la revista Tensamiento Críptico constituye un honor contar en esta jornada con tres especialistas de altísimo nivel en el campo de la economía delicuescente, una disciplina que está en su etapa germinal, pero que ya provoca apasionadas polémicas. Descubro que en el público están distribuidos estratégicamente representantes de la Gloriosa Reserva de Enfrentamiento a la Delicuescencia en Alamar: mis respetos a ustedes, esforzados siervos de la GREDA. (…) No se ofenda ninguno de los presentes si me permito recordar lo que ya todos saben: ¿qué significa la palabra delicuescente? Según el diccionario de la RAE, es sinónimo de evanescente, sin vigor. Es lo que se disgrega, los que se descompone. Entonces, pregunto a los especialistas: ¿Qué se entiende por economía delicuescente?

Cándido Oscar Pilot: 

Gracias por la invitación de la revista Tensamiento Críptico. Delicuescente se refiere a una sustancia que absorbe humedad hasta el punto de disolverse. Aplicando este concepto a la economía, podríamos estar hablando de una economía que, por absorber demasiados recursos o depender en exceso de ciertos factores externos, empieza a descomponerse o perder su estructura sólida.

Una economía delicuescente es aquella en la que se patentiza:

Excesiva dependencia: No tiene éxito sin el suministro constante de recursos externos que, en exceso, llevan a una debilidad estructural.

Desintegración gradual: La economía empieza a perder su capacidad de mantenerse cohesiva y funcional debido a una sobreexposición a influencias externas.

Falta de solidez: Se observan signos de decadencia o falta de robustez, tanto en los fundamentos económicos, como en la infraestructura, la fuerza laboral, o las instituciones financieras.

G. Minnie:

La economía delicuescente no es un término comúnmente utilizado en la literatura económica, pero si lo desglosamos, la palabra "delicuescente", como nos ha recordado el colega Cándido, se refiere a algo que se disuelve o se descompone en un líquido. En un contexto económico, podríamos interpretarlo como una economía que se está desvaneciendo o debilitando, quizás debido a factores como la inflación, la falta de inversión o la inestabilidad política.

A pesar de los políticos y economistas ortodoxos y de sus otros detractores, la economía delicuescente se ha ganado un lugar porque, dada su transparencia, constituye una herramienta útil para comprender la situación en que se encuentran muchas comunidades. 

Entonces, estamos hablando de:

Economía en decadencia: Una economía que se está debilitando progresivamente, perdiendo fuerza y vitalidad. 

Economía desestructurada: Una economía que ha perdido su orden y estabilidad, caracterizada por la incertidumbre y la falta de confianza.

Economía corrupta: Una economía en la que la corrupción y las prácticas ilegales socavan los mecanismos de mercado y pervierten la asignación de recursos.

Economía dependiente: Una economía que está excesivamente ligada a un solo sector o a un pequeño número de socios comerciales, volviéndola vulnerable a shocks externos.

En resumen, "economía delicuescente" podría utilizarse para describir una situación económica crítica y precaria, en la que los fundamentos se están erosionando y el futuro es incierto.

Chad G. Petais:

Me gustaría referirme al tema desde otra arista: no podemos entender la economía delicuescente sin considerar la existencia paralela de políticas delicuescentes que apuntalan sus extravíos.

La idea de una política "delicuescente" puede ser una metáfora poderosa para describir un sistema político que muestra signos de desintegración o decadencia. Aquí hay algunas interpretaciones posibles:

Falta de cohesión: Una política en la que la falta de consenso y colaboración entre las diferentes partes lleva a una fragmentación y debilitamiento de las instituciones.

Dependencia externa: Cuando un sistema político depende en exceso de la influencia o recursos externos, perdiendo su independencia y capacidad de tomar decisiones soberanas.

Corrupción y debilitamiento: La corrupción generalizada y la mala gestión que erosionan la confianza pública y la efectividad de las políticas.

Incapacidad de adaptación: Un sistema político que no puede adaptarse a los cambios y desafíos modernos, resultando en una estructura obsoleta y disfuncional.

Podríamos pensar en una política "delicuescente" como una que, al igual que una sustancia que se disuelve, pierde su integridad y cohesión bajo la presión de factores adversos.

(¿Continuará...?)




sábado, 9 de noviembre de 2024

Un 9-11 hace 8 años

Hace ocho años escribí esta croniquilla que ahora les presento. ¿Tendrá vigencia?

"En el país más soberano del mundo, estamos más pendientes de las elecciones en los Estados Unidos, que de la eficacia de la gestión del alcalde de la ciudad", me dice El Viejo, mientras en la Mesa Redonda,  Reinaldo Taladrid reconoce que Trump puso en ridículo a las encuestadoras y los medios de prensa, incluida la propia Televisión Cubana, que daban a Hilary como la ganadora. 

¿Será que en verdad somos tan independientes? Me pregunto camino a la wifi del Parque De Céspedes. Pienso que, ni siquiera la segunda ronda de la serie nacional, abarca tantos comentarios en Cuba como las elecciones en los Estados Unidos.  

Y pienso en el debate acerca de los símbolos y sus usos para, supuestamente, destruir la ideología de la Revolución desde el Imperio  que por estos días se produce en las redes sociales y la blogosfera. En la televisión local, anuncian la realización de un evento cultural en Manzanillo con "invitados de todo el país" pero no se mencionan sus nombres, y actividades a lo largo y ancho del municipio que aún no se saben cuáles son. 

Hace apenas unas horas, miraba en La Habana rl famoso Alí Bar, llamado ahora Benny Moré en homenaje al genial cantante, y veía la fealdad y el abandono de un lugar, ciertamente, simbólico, emblemático. O los pendones y carteles anunciando los cigarrillos Hollywood al lado de un derruido Viva la Revolución en El Cerro, y ese monumento a la incapacidad en forma de montones de basura en las esquinas de Centro Habana, ciudad maravilla. 

En la madrugada, en el llamado "conejito de Aguada de pasajeros", una cafetería que triplica los precios de los pocos comestibles que expende a los viajeros nacionales sin que a ninguna autoridad parezca importarle, me llega el sms de Cubadebate con la victoria de Trump. 

Ahora estoy sentado en un banco del Parque de Céspedes, pensando en Pombo que está enfermo y en La Caro que está triste por eso, y en el futuro, y en lo esencial, invisible a los ojos,  como diría El Principito, tan invisible que por acá, hasta Elpidio Valdés y María Silvia, hablan de la victoria de Trump, y se pierden la luna y las estrellas de esta hermosa noche de noviembre.



martes, 5 de noviembre de 2024

De tormentas y olvidos

 Concentrados en el impacto que tendrá la ahora tormenta Rafael, poco a poco nos vamos olvidando de los presuntos desaparecidos que dejó el huracán Oscar. La mayoría de los medios estatales no actualizaron la cifra de muertos -se quedaron en siete-, y ya pasaron la página. Como en el texto de esta noticia que da al mundo Prensa Latina, para anunciar que "La Oficina de la ONU en Cuba presentará hoy en la sede del organismo su plan de respuesta tras el azote del huracán Oscar (...) La iniciativa buscar reunir 33 millones de dólares de socios y actores de la comunidad internacional para brindar ayuda a casi 150 mil personas de San Antonio del Sur..." 

Es sabido que la desmemoria a largo y mediano plazo es una características del subdesarrollo, de las culturas colonizadas. Se agudiza en la actualidad con el uso intensivo de las redes sociales y los megabombardeos de información. Ya no se trata solo de la desmemoria sobre lo que pasó hace cuatro siglos o un par de décadas atrás sino, además, se trata de la amnesia de apenas ayer o hace un par de semanas. Sólo a unos cuantos "obsecados" les sigue preocupando en las redes quién mató al Taiguer, o quiénes fueron los responsables directos o indirectos de la explosión del Saratoga o sobre quién dio la orden a aquellos jóvenes bomberos de Matanzas de acercarse con medios insuficientes a un tanque que de cualquiera manera iba a explotar... 

Como pueblo, olvidamos rápido. Como masa crítica somos aun más precarios en preservar y dar seguimiento comunicacional a eventos traumáticos y sus consecuencias, y más precarios aún en profundizar en sus causas. 

Todo ello favorece la ineficiencia y la mala administración, el uso de chivos expiatorios para mitigar la "olla de presión"  y la manipulación en pos de no asumir responsabilidades gubernamentales  y políticas concretas, con nombre y cargos. Se va fomentando un sujeto político y administrativo desvergonzado, sin sentido del honor ni capacidad de renunciar ante la certeza de sus insuficiencias o sus equivocaciones que dejan altos costos. 

Y lo peor: se crea una masa acrítica, reactiva solo ante lo que tenemos delante de nuestras narices, emocionalmente maleable que suelta un trending hoy para agarrar otro mañana, como el individuo promiscuo que solo busca el placer por el placer. Una masa acrítica incapaz de articularse y organizarse en pos de cambiar las esencias y contribuir a mejorarnos. 

Y es eso lo que necesita el burócrata de la meritocracia militante, partidista, ya se autodenomine de derecha o izquierda o lo que sea.  Gente que desde el asombro, la exageración, el fanatismo o la evasión vaya saltando de fracaso en fracaso, o de triunfo en triunfo aparente y efímero como ante el festejo por ganar un evento deportivo, y nunca a esa masa le vaya a dar por actuar en pos del cambio... 

¿Será que los muertos y desaparecidos prevenibles de Oscar, se olvidarán pronto bajo el lodo de los aciertos preventivos ante Rafael

¿Conseguiremos los 33 millones de dólares que menciona Prensa Latina propone la Oficina de la ONU en Cuba para asistir a los guantanameros? ¿Nos lo dirán si los conseguimos? ¿Sabremos cómo se usen en realidad y si se es eficiente y eficaz en su administración?  


sábado, 2 de noviembre de 2024

Granma y el bloqueo interno

 Mucho debatí, y hasta pelié, con amigos y enemigos cuando, hace unos años, comenzó a correr la matriz comunicacional de la existencia en Cuba de dos bloqueos. Ya desde entonces, como ahora, se podían identificar claramente tres posturas: la de un tipo de extremista que, desde el rol del que empuja pero no se da golpes, minimizaba y negaba el bloqueo imperialista contra Cuba -eso que llaman embargo y que es un complejo código jurídico y administrativo para asfixiar la economía de la isla-; la postura de los que sin negar o minimizar aquel lo equiparaban -equiparan- con lo que llaman el bloqueo interno, o sea, un conjunto ya no tan complejo, sino enrevesado, de medidas y contramedidas, atribuciones y desatribuciones en diversos ámbitos, que impiden el avance de cualquier proyecto; y estaba la postura de quienes, reconociendo de ese gran problema interno descrito por los segundos, nos negábamos a seguir la matriz comunicacional de "bloqueo interno" y le llamábamos burocracia

Después de un largo pero necesario párrafo introductorio, paso al texto que se relacionará con el título de esta entrada. Paso al reconocimiento -porque cuando me equivoco, pues lo asumo- de que yo estaba equivocado al intentar argumentar la inexistencia de un bloqueo interno ante la existencia de la burocracia administrativa y discrecional. 

Hay un bloqueo interno. Un bloqueo interno que opera desde una resistencia al cambio entronizado durante años y años de prevalencia de un tipo de adoctrinamiento ideológico en pos de una educación política pretendidamente uniforme, monocorde con lo que El Partido -así: El Partido, como si fuera una piedra monolítica y no lo que podría aspirar a ser: un suelo fértil con muchos tipos de tierra- considera que es lo correcto, lo necesario. 

Y es esa resistencia al cambio, en el ámbito de una burocracia sistémica enraizada, la impedimenta interna mayor para nuestro desarrollo. Es la retranca. 

Los retranqueros de arriba imponen, en forma de decretos y resoluciones, sus interpretaciones de la realidad cubana desde las oficinas de sus palacetes sin apagones y con split ajustados a 22 grados celsius, desde sus autos que no hacen  colas para llenar el tanque de combustible, desde sus salones de reuniones adornados con fotos de Fidel y consignas de presuntas victorias, infabilidad y continuidad. Los retranqueros de abajo, de las provincias y los municipios, imponen sus interpretaciones de esos decretos y resoluciones con supuestos talleres de adiestramiento o preparación que, en definitiva, funcionan como advertencias de multas, suspensiones de licencias o procesos de instrucción penal. 

Así ha sucedido en la provincia de Granma, al menos en Bayamo, Jiguaní, Manzanillo, Campechuela... Municipios donde luchan por mantener sus pequeños negocios algunos trabajadores por cuenta propia -TCPs, les llamamos por aquí- con los que conversé ampliamente durante días pasados. 

La interpretación de las autoridades en Granma, relacionadas con el decreto 190/2024 que regula la actividad por cuenta propia en el municipio, exige a los TCPs adquirir  directamente de importadoras la mercancía para su venta y elaboración. De lo contrario, mercancías o materias primas adquiridas dd cualquier otro proveedor, serán consideradas ilegales. 

Tal disparate es una manifestación evidente del bloqueo interno, ese que yo no quise admitir una vez y que el gobierno de Granma, de Cuba, me deja sin razón. 

¿Por qué un hombre o una mujer que se ganan cuatro quilos para subsistir fabricando coquitos dulces para salir a venderlos por las calles de Manzanillo, tienen que obligatoriamente que adquirir la azúcar al por mayor de una importadora? ¿Qué disparate es ese? De lo contrario tienen que comprarla al menudeo, al por menor, en MLC -si la ofertaran- o a una PIME comercializadora lo cual le dispara los costos y le hace inviable la inversión.  Y si ese TCP se enferma y no puede producir coquitos como tenía previsto: ¿Por qué no puede ofertar su azúcar y venderla a quien le de su gana? 

Un cliente me puso el ejemplo de un TCP fabricante de vasijas y utensilios plásticos. Usualmente adquiere su materia prima de personas que recogen desechos en las calles, o de producciones marginales o defectuosas de grandes fábricas estatales. Ya le pusieron una multa porque no puede demostrar el origen de una parte de su mercancía desde una importadora o una PIME. 

Si el objetivo de restringir las operaciones legales que pueden hacer los TCPs es que se conviertan en microempresas privadas, pudiera ser loable. Entonces: ¿Por qué carajo se demoran tanto en concretar las aprobaciones de nuevas microempresas? ¿Por qué se demoran tanto y es tan enredado que a una PIME ya constituida le amplíen su objeto social? 

Tengo que admitir que la respuesta a eso se resume en cuatro palabras: por el bloqueo interno. El bloqueo interno que es la manifestación final del hipercentralismo y la obsecación planificante que lo mismo frustró el socialismo europeo, volvió un bochinche de ineficiencia la Ofensiva del 68 que está frustrando cualquier cosa que pretendamos desarrollar en este minuto en Cuba.  Y derrotar este bloqueo interno no depende ni de los imperialista, ni de las votaciones de la ONU. Sólo de cada uno de nosotros.




Nota al pié: En Manzanillo, en todo su Centro Histórico Urbano, el pasado jueves no vendían ni privados ni estatales -ARTEX incluido- ni una sola botella de ron. Cero botellas de ron en la ciudad del Ron Pinilla Sabrosón. Solo wishkey brasileño. Muestra más que evidente de que el imperialismo y Lula, al fin y al cabo, nos están sometiendo por lo menos cultural y alcoholísticamente...