martes, 30 de julio de 2024

Unas primeras impresiones (rápidas) sobre la conferencia de prensa de Maria Corina Machado y las protestas en Venezuela.

 Por: Gabo Rufian


1. La aritmética electoral

Aproximadamente a las 19:10 finalizó una conferencia de prensa conjunta entre Edmundo González Urrutia y Maria Corina Machado, donde la oposición afirma haber ganado las elecciones. Dicen tener el 73% de las actas y que estas marcarían un resultado irreversible donde Maduro habría obtenido 2.759.256 votos, mientras que el opositor Edmundo González Urrutia habría conseguido 6.275.180. 

Según el CNE en estas elecciones hubo una participación del 59% del padrón. Lo que significa un 13% más de participación con respecto a las elecciones presidenciales del 2018 -donde participó el 46%-. Esto significa que hubo un crecimiento significativo en el nivel de participación, pero que aún está considerablemente lejos de los niveles de participación que se habían alcanzado en los tiempos de Chávez. 

En las elecciones presidenciales del 2018, el oficialismo alcanzó su piso histórico. Para ese momento, la crisis en Venezuela había alcanzado uno de sus peores momentos. Ese año el PIB de la economía venezolana se había reducido por quinto año consecutivo, un 15,0%. Lo que supone una contracción acumulada del 44,3% respecto al PIB de 2013. Al mismo tiempo, el país atravesaba uno de sus peores momentos inflacionarios. 

Por otro lado, las de entonces se trataron de unas elecciones sin una oposición competitiva (ya que la derecha, ahora reunida en torno a María Corina Machado y Edmundo González Urrutia decidió no presentarse para deslegitimar la contienda electoral).     

Esas fueron las peores elecciones del oficialismo. En ese complejo y adverso escenario, la candidatura de Maduro obtuvo 6 248 864 votos. Lo que significó una enorme pérdida de casi 1 millón 300 mil votos con respecto a las elecciones del 2013 y de casi 2 millones de votos con respecto a las últimas elecciones donde se había presentado el Comandante Chávez. 

Si bien el oficialismo está lejos de tener el nivel de apoyo electoral que alguna vez tuvo, sobre todo en la época de Hugo Chávez, lo cierto es que hasta el domingo era plausible pensar que el podria llegar a obtener una cantidad de votos que oscilara entre los 5 millones y los 6 millones. Más aún si se tiene en consideración que el escenario económico del país, aunque lejos de ser idílico y aún lleno de problemáticas, resulta indudablemente mejor que el del 2018. 

Sin embargo, en su conferencia de prensa, María Corina Machado afirma que Maduro solamente obtuvo 2.759.256 votos. Lo que significa que -pese a la mejoría de las condiciones para el oficialismo- Maduro habría tenido *un desplome de casi 3 millones 500 mil votos* con respecto al que fue su piso histórico en el 2018.  

Pese a que habría que esperar “las pruebas”, que la derecha afirma tener, estas afirmaciones resultan totalmente implausibles. 

Mientras que los 5.150.092 votos que el CNE (la autoridad electoral del país) afirma que Maduro obtuvo en las elecciones, entra dentro de los escenarios probables. Se trataría de un resultado, aún más bajo que el 2018, producto del desgaste del oficialismo, pero dentro de los márgenes de su piso histórico. 


2. Desconocer los resultados

Toda la atención mediática a nivel global se ha centrado en Venezuela. Es la primera vez desde 2015, luego de haber autoproclamado como presidente a Juan Guaido, que los partidos de oposición más duros participan en una elección nacional. La mayoría de las encuestas estuvieron sugiriendo una clara ventaja para la oposición. Sin embargo, estas mismas encuestas mantuvieron un claro “sesgo opositor”, pese a las advertencias (muchas veces silenciadas) que afirmaban que el chavismo podía ganar si logra movilizar su base. 

Sin que hubiese ocurrido la contienda, se dio por ganado al armado opositor y se asumió que, si tal pronóstico no ocurriese, sería debido a un fraude* . Una idea que se ha repetido en la mayoría de los medios de comunicación pese a que no hay pruebas de que sea posible que se manipule el sistema electoral. Esta situación, ha hecho que el oficialismo acusara a los medios de estar preparando, junto a la oposición, un escenario para desconocer los resultados. Algo que finalmente está ocurriendo. 

Durante el día de hoy [28 de julio], se produjeron distintos actos de protestas en varias ciudades de Venezuela. El principal reclamo sería que el gobierno estaría haciendo un fraude y se habría “robado” la elección. Es lógico que una parte de los votantes de la oposición crean que les robaron las elecciones, ya que durante meses esa fue la narrativa que se construyó. 

Las manifestaciones existen y fueron importantes. La errática estrategia de un sector del campo oficialista de negar estas *es un error gigantesco* . 

Durante la conferencia de prensa, María Corina Machado convocó a todos los que se estaban movilizando a que se realicen asambleas en el día de mañana. "Queremos convocar a todos a encontrarnos el día de mañana en asambleas de ciudadanos en todas las ciudades de Venezuela, entre las once de la mañana y las doce del mediodía para demostrarle al mundo la fuerza y la mayoría que somos", dijo.

Saben que tienen una “oportunidad para capitalizar” el descontento. Al igual que el Asalto a la Plaza de los tres poderes de Brasilia de 2023 o la toma del Capitolio en Washington, pueden mantener la idea de que “hubo fraude”, darle cohesión a sus bases y movilizarlas dándoles un “espíritu de combatividad”. Una maniobra que les permite “pasar a la ofensiva”. 

Sin embargo, a diferencia de los dos ejemplos citados con anterioridad, esta maniobra cuenta con una mayor legitimidad global. Desde el gobierno de Milei hasta el gobierno de Boric -situados en distintos puntos ideológicos- niegan que Maduro haya ganado. Esta variedad de apoyos -desde los más activos, hasta las dudas sobre el sistema electoral- le permite construir frente a los ojos de la opinión pública global una enorme legitimidad. 

Pero para que se pueda efectuar un golpe de estado, deben contar con el apoyo de Washington y de un sector de las fuerzas armadas. Algo que, aunque todavía está por verse, no pareciera tener muchas posibilidades de realización. 

Pese al resultado final de las demostraciones de fuerza, hay un elemento que no puede pasar inadvertido para las fuerzas democráticas, progresistas y de izquierda, y es: el apoyo de sectores populares a estas protestas. A diferencia de los ciclos de violencia que la derecha impulsó en la última década, las llamadas guarimbas, estas no son protestas de sectores medios y medios altos. Sino que, por el contrario, tienen una importante capilaridad en sectores populares, tradicionalmente chavistas. 

La erosión de la base social del chavismo es el elemento más importante a tener en consideración* . No solamente hay un cansancio, que hace que sectores tradicionalmente identificados con el chavismo, no se movilicen para votar. Sino que además, hay un incipiente sector de las bases populares que se reconocen como opositores. 

Bajo ningún punto de vista es posible atribuir esta situación a la propaganda de los medios de comunicación opositores y de la derecha. Si la propaganda de la derecha es efectiva dentro de Venezuela, esto es porque en algún lugar logra conectar con los miedos, las ansiedades, las angustias del pueblo. Y si durante mucho tiempo conectó con los sectores medios, la pregunta es ¿Por qué logra conectar con los sectores populares? 

Indudablemente los años de asedio económico, político e incluso militar que el proceso político Venezolano ha sufrido, logró erosionar la capacidad de maniobra del gobierno. Cualquier debate serio sobre el rumbo del proceso debe partir de esa premisa. Pero hacer de esta la explicación de todos los males, tampoco logra explicar la situación actual. 

Por otro lado, si bien es cierto que existe una estabilización económica del país, también es cierto que el crecimiento de la desigualdad es muy extendido (mientras se abren bodegas y consumos lujosos, el salario sigue no alcanzando para vivir), el país está dolarizado y cada vez más privatizado de facto (la salud y la educación son claros ejemplos de esa privatización de hecho), entre otros tantos ejemplos.   

Basta recordar, que durante el periodo 2022-2023 se registró uno de los ciclos de protestas docentes más importantes que haya enfrentado el chavismo. Lejos de conectar con lo que haya de demandas legítimas de esas protestas, la estrategia gubernamental fue atacar esas movilizaciones acusándolas de desestabilizadoras. Lo mismo se puede decir de la creciente burocratización de las estructuras de gobierno, así como de los “intelectuales orgánicos” (periodistas, ideólogos, militantes, etc) que construyen narrativas cada vez más alejadas de las penurias populares. 

Un ejemplo de ello es la propaganda sobre la estabilidad económica del país, visitando bodegas o supermercados, mostrando como un éxito que existan y estén llenas de productos en uno de los países con los precios en dólares más altos de occidente.


4. Proyectos

Indudablemente resulta importante que exista claridad y transparencia sobre los resultados electorales. Pero bajo ningún punto de vista se puede obviar que quienes están enarbolando esta bandera son los mismos que desconocieron las elecciones del 2013, provocaron el ciclo de violencia de las guarimbas, conformaron un gobierno paralelo (que robo los activos del país en el exterior para financiar sus campañas), articularon las sanciones al país y boicotearon cualquier vía institucional de diálogo. 

Una defensa irrestricta de que se respete la voluntad popular, parte de una denuncia irrestricta de los actores reunidos en torno a María Corina Machado.

Sin embargo, aunque la tarea de primer orden es desarticular la escalada de violencia, no deja de ser urgente re-pensar las prácticas militantes y los rumbos que son necesarios para lograr restablecer un genuino contacto con los sectores populares en pos de reconstruir un bloque histórico con capacidad de transformación social. Asumiendo que no hay otra traducción para la resistencia que una ofensiva popular. Un proyecto popular solo se puede realizar empoderando a los sectores populares y sus organizaciones sociales.

lunes, 29 de julio de 2024

La Güija

Güija mala. 

Güija buena. 

Chivadora, terca, aguafiestas. 

Traviesa, amiga, justiciera. 

Güija habladora y silente. 

Frugal y glotona. 

Güija sin cuerpo a veces, otras materia voluptuosa. 

Espíritu y demonio.

Güija del monte, de la ciudad y el cielo, y también de la tierra, las cuevas, los enredos.

 Cada martes, hasta el jardín de palacio donde consulta la Güija, llegan preguntas necias y preguntas sabias, incertidumbres, temores y culpas. Todo sobre el tablero: ¿Güija, tú crees que conoceré mi príncipe de verde olivo? ¿Güija, cuándo llegará la remesa enviada por mi padre? ¿Güija, alguna vez seré feliz? ¡Ay, Güija, dime! ¡Ay, Güija, explícame! ¡Ay, Güija, será verdad que fulanito no es hijo de menganito y que en palacio el que dice mandar no manda! Y que los plátanos machos en realidad son bisexuales con un conflicto de identidad…

Ruegos y exigencias, tontos y tantos que la Güija decide visitar al sicoanalista porque, de intervenir en los problemas de la gente, se está volviendo loca.

No es tan fácil para la Güija abandonar palacio e ir a resolver sus propios asuntos. Desde que la nombraran consejera principal del Manumisor no ha encontrado sosiego, sobre todo, porque se negó rotundamente a dejarse capitalizar por el gobernante, y ha defendido a ultranza su derecho a un día para atender a la población.

La gente la tiene como una bendición. Su ánima produce tranquilidad y resignación en otras ánimas, y cuando se trasviste de muchacha hermosa y recatada, o de joven gallardo y cortés, los cuerpos reclamantes casi siempre salen satisfechos al escuchar sus consejos o al ser atendidos por su gestión.

El pueblo quiere a la Güija pero ya la Güija no sabe si se quiere a si misma y, por lo tanto, duda de su correspondencia hacia el pueblo. Como ánima portadora de magia siente su impotencia ante la fuerza destructora -transformadora, dicen- del Manumisor.

Como trasvesti sueña una libertad que su condición no le permite asumir. Si fuera hombre o mujer lloraría de vergüenza al reconocer cuánto sufrimiento ha producido en la gente que cada martes llega para consultarse. Los individuos de Labrantis –cada uno de ellos-, no se imaginan que su individualidad es un yoyo manipulado desde palacio, precisamente, gracias a la combinación de los consejos que le da la Güija al Manumisor, con el voluntarismo de éste, y su afán de pretendido redentor. 

Si te encuentras a La Güija por ahí, no corras. No huyas. Acompáñala un poco. Ella también sabe de soledades. 




sábado, 27 de julio de 2024

La Revolución manipulada.

Resulta fácil, sencillo, identificar y enunciar los elementos distintivos fundacionales de la Revolución Cubana: justicia y equidad social en la dimensión de lo material y lo espiritual, mejores oportunidades de estudio y realización profesional para todos, crecimiento cultural entendida la cultura desde su más abarcadora acepción. Mientras el proceso sociopolítico garantizó esos pilares, puede decirse que la Revolución Cubana estuvo viva, era fuerza transformadora hacia una mejor nación. Y era una esperanza para el mundo no por aferrarse a este o aquel modelo, no por negar tal o más cual tipo de propiedad o gestión de la economía, o porque su ideopolítica preconizada estuviera acorde aquello que dijeron o no dijeron Marx, Engels o Lenin. Nada de eso. Sino por los resultados concretos de aquella fuerza transformadora, de toda aquella energía emanada del pueblo identificado con el proceso. Ahí estaba el ejemplo y no en la retórica ni en la aplicación de los manuales. 

Hagamos un ejercicio de honradez intelectual más allá de nuestras históricas simpatías. Miremos alrededor nuestro. No importa el lugar donde estemos: si es una parada de guagua, el cuerpo de guardia de un hospital, el vestíbulo de un hotel, los alrededores de una escuela secundaria básica, el patio de una fábrica, el paisaje que puede verse por la carretera central a través de una ventanilla.... ¿Puede decirse que es Revolución lo que vemos? ¿Puede decirse que es transformación constante hacia mayor justicia y equidad social, mejores oportunidades, mayor crecimiento cultural?

Pasemos por encima del malestar, de esa dolorosa sensación, al comprender -más allá de la mitad de nuestras vidas- que esos pilares ya no existen, y los islotes que perduran se degradan sin que se avizoren acciones concretas que puedan evitarlo. Y preguntémonos, cuando me hablan hoy de Revolución Cubana: ¿De qué me están hablando? ¿De un pasado esperanzador que muchos, la mayoría, apoyamos con fervor y participamos en su concreción, hasta que la burocracia estatizada nos excluyó en aras de si misma? ¿O me están hablando del presente de un país que poco a poco se desgrana, disminuye en lo material y lo espiritual? 

Hay un grupo que insulta mi inteligencia. Usa el ideal de una Revolución -que ya no existe- como comodín indexado para intentar sostener ideológicamente una estructura en el poder, una estructura altamente burocratizada e ineficiente que basa su autoridad en una peculiar combinación entre propaganda, explotación de la nostalgia generacional por lo que fue -o pudo haber sido- y la represión selectiva. Los imperialistas, con su constante hostilidad y agresiones, ayudan a este grupo. Existen como el depredador del cuento de "¡Ahí viene el lobo!" ya sea vestido de demócrata afrodescendiente o republicano blanco supremacista. 

Aquellos que en la prensa estatal, los actos políticos, las reuniones, las asambleas, invocan La Revolución como si existiera aun, no hacen otra cosa que insultarla, insultan su Historia y a cientos de miles de héroes y martires apenas conocidos que sacrificaron vida y familia para defenderla y desarrollarla y, en muchísimos casos, estos hombres y mujeres de la Patria sólo obtuvieron, si acaso, su nombre para algún CDR, ahora disfuncional, o el olvido o el desconocimiento de las nuevas generaciones. 

Hay un grupo que insulta a cada cubano -sea o haya sido revolucionario o no- que -sobre todo los que nos hemos quedado en la isla- hemos sufrido las consecuencias de vivir a expensas de la utopía manipulada por la ineficiencia, el oportunismo, el darwinismo social y el dogma. Hay un grupo que secuestra los sueños y las esperanzas, y me insulta cuando habla de Revolución Cubana como un hecho contemporáneo. 

Los historiadores del futuro establecerán el punto de inflexión en el cual la burocracia estatista comenzó a sustituir decisivamente el camino hacia la utopía, para enquistarse en producir mecanismos de autoconservación como casta, a costa de descuidar la propia esencia revolucionaria. Los historiadores del futuro establecerán el momento, el día, la semana, el proceso de la traición y todos esos alabarderos de lo inexistente, cuando menos, quedarán en ridículo. 

 

lunes, 22 de julio de 2024

Reflexiones con oropuche

 No hace mucho leí por ahí: "Atentar contra la unidad revolucionaria es atentar contra la  Revolución". Y luego se le echa manos a Lenin para aseverar que "antes de hablar en público un revolucionario debería preguntarse a quién le sirve lo que va a decir, y si no tiene claro que le sirva a la Revolución, el silencio es la opción más revolucionaria". 

Salta a la vista un intento de "actualización", de acomodo, de reapropiación de la definición de unidad en el contexto socio-histórico cubano actual. 

Céspedes, probablemente, diera la primera lección de unidad con un acto doblemente rebelde, con una doble desobediencia: al régimen colonial, por supuesto, y al propio movimiento que integraba.

Cuando Céspedes hace sonar la campana de La Demajagua, a 10 kms de Manzanillo por el camino real que bordea la costa, estaba transgrediendo la unidad del movimiento independentista. Habían acordado no alzarse hasta después de avanzada la zafra azucarera a partir de presuntos criterios económicos. Céspedes, incluso un primo hermano un día antes en Vicana por instrucciones del Padrazo, se adelantaron el 9  y 10 de octubre de 1868. 

¿Se atrevería el lúcido comentarista a calificar a Céspedes de contrarrevolucionario, en su contexto, porque le fue por encima a lo acordado por su movimiento?

En Demajagua, Céspedes, además, convierte en hombres libres a quienes habían sido sus esclavos. Con esa acción les otorga una Patria que, si bien estaba por conquistar la soberanía del territorio que la contendría, ya estaba en los corazones y los propósitos de los próceres. Céspedes no dijo: "Si lucháis, seréis libres". Dijo: "Sois libres y bienvenidos si queréis luchar". 

He ahí una lección contundente de fomento de la unidad en torno a un proyecto, un ideal, pero no desde la camisa de fuerza de una ideopolítica del poder, o de un grupo desde posición de superioridad ideológica,  sino desde el respeto a la dignidad humana, y al mayor bien que una persona pueda poseer: la libertad de elección. 

Entonces lo revolucionario en Carlos Manuel de Céspedes precisamente está en desobedecer un aparente consenso de que había que esperar que avanzara la zafra. Está en romper los prejuicios de la época -de cuyos efectos los próceres no eran inmunes- y poner armas al alcance de los africanos y sus descendientes, y otorgarles el sueño de una Patria compartida con blancos.

Reversos, adversos, anversos pretenden capitalizar lo revolucionario desde sus propias posturas, dogmas e intereses. Confunden, no para sí mismos sino para los diversos, el reconocimiento de la unidad -como pilar para la transformación social- con la estandarización del comportamiento y la expresión acorde al grupo en el poder. Entonces no son revolucionarios, son conservadores y, puestos ellos mismos en el extremo: son reaccionarios. 

Invocar a Lenin, un siglo después, como si fuera uno de los apóstoles de una pretendida teología revolucionaria, aparte de fatuo desde el punto de vista de las nuevas generaciones -para quienes Lenin nada significa, en absoluto- parece burdamente manipulador. A ese Lenin podría oponérsele Rosa Luxemburgo, o Gramschi, o Alfredo Guevara -tan convenientemente olvidados por los ideólogos criollos- que abogaron por la transparencia en contra del secretismo. Pero más allá de disquisiciones teóricas, siendo prácticos, siempre será preferible un revolucionario desaforado, que diga un disparate, a un simulador silencioso que espera, agazapado, la oportunidad para medrar en aras de su beneficio personal. 

Cabría preguntarse: ¿Qué es lo revolucionario en la Cuba del 2024 a partir de los problemas concretos que debemos resolver: la economía, el mayor de todos esos problemas? 

Si un campesino -pongamos que por vanidad- nos comienza a poner en redes sociales sus experiencias y sus resultados que evidencian la disfuncionalidad del Ministerio de la Agricultura: ¿Dónde estaría lo revolucionario? ¿En el campesino que le restrega sus incompetencias a la burocracia del MIMAGRI o en el tipo de los bolígrafos y las reuniones incapaz de organizar se produzca un frijol con eficiencia, entre consignas y eufemismos? 

¿Dónde estaría lo revolucionario en el contexto de la Cuba del 2024: en el empresario privado, que anda en una camioneta Ford del año pero que deja al país 30 mil dólares por concepto de impuesto, para que el gobierno lo redistribuya socialmente? ¿O en el burócrata que, entre reuniones y congresos, y recorridos sin obtener resultados concretos, dilapida parte de ese dinero? 

miércoles, 17 de julio de 2024

Mirando lo que me filtran de la Asamblea

 ¿Qué tal si hacemos felices a los retranqueros que pierden el sueño por una supuesta concentración de capitales de las Mypimes? Ya sé que es poco probable pero: ¿Qué tal si cerramos todas las Mypimes pal sipote y les decimos: "Vayan: ahí tienen la economía del país todita para ustedes, como en aquel 1968. Hagan que el ciudadano cubano recupere la esperanza con la empresa estatal dizque socialista". Cerradas todas las mypimes. Cero importación privada. Cero gestión privada. Ya los privados tienen ¿Cuánto? ¿40 millones? ¿400 millones? ¿4000 millones? Suficiente... ¿Para qué más? 

Lo interesante es que algunos diputados, seguramrnte de los más incapaces de generar un centavo de prosperidad en este país, algunos de los que durante décadas han sido incapaces de generar un mínimo de eficiencia como resultado de su gestión, son los que ahora invocan la prohibición constitucional de concentrar propiedades y capitales. Ni entienden el capitalismo ni mucho menos entienden la construcción socialista. 

La construcción socialista debería tener la fuerza moral de su presunta vanguardia como uno de sus horcones. La fuerza moral que deberían obstentar con resultados -y resultados en el marco social significa esperanza, proyectos de vida en y para la nación y realización personal de sus ciudadanos piensen o no como ellos- este o aquel planteamiento, esta o aquella propuesta. Y esa fuerza moral no la veo en dirigentes, funcionarios y burócratas que cuestionan al sector privado y en diputados que le siguen la rima pero durante décadas han tenido en sus manos el sector público, el social, el estatal, y han ido equivocándose una y otra vez de experimento en experimento, de bandazo en bandazo, y son incapaces ya no de mantener un servicio de salud digno, ni tan siquiera de recoger la basura comunal o venderle a los más desventajados un pan de mínima calidad. 

Podrán confundir a un pueblo con una insuficiente cultura económica y mantener el poder unos años mas pero, estoy seguro, de que la historia no los va a absolver. Las generaciones futuras: aquellos que a pesar de ser concebidos con la música de Bebeshito y Chocolate MC logren pensar con coherencia en el futuro -nuestros nietos y bisnietos- estoy seguro que no los va a absolver, y los van a condenar como los que malograron un sueño hermoso. 

Y tienen los c... de cerrar la transmisión con Causas y azares de Silvio. Como si fuera una burla.

sábado, 13 de julio de 2024

¡Viva la Pepa!

Por: Jorge Braulio Rodríguez.


Resulta una clásica perogrullada decir que el significado de las frases o de cualquier tipo de fenómeno social depende del contexto. Un amigo nacido más allá del túnel, que participaba en un acto solemne realizado en Alamar,  vio-escuchó a una señora gritar: “¡Viva la Pepa!”. Como es lógico, se sorprendió de que tal exclamación fuera recibida con una estruendosa ovación.

Cualquier inteligencia artificial nos explica que… «La expresión “¡Viva la Pepa!” tiene su origen en la promulgación de la Constitución de Cádiz el 19 de marzo de 1812. En ese día, los liberales españoles proclamaban su apoyo a esta Constitución, que cariñosamente llamaban “La Pepa” debido a que fue jurada y promulgada en la festividad de San José. El hipocorístico “Pepe” se utiliza comúnmente para quien se llama José, lo que explica la vinculación con ese día. ¡Viva la Pepa! era un grito subversivo que reemplazaba al anterior “¡Viva la Constitución de Cádiz!” y se utilizaba en clave para oponerse al absolutismo». Obviamente, ese no era el sentido del grito de la señora. La constitución alamareña nada tiene que ver con los absolutismos. Y de subversiones, mejor ni hablar.

En contextos no alamareños, la expresión se utiliza cuando una situación está totalmente fuera de control, cuando reina el desastre, la desconflautación;* o cuando la gente, agotadas la vías decentes para resolver sus necesidades primarias, viola sin arrepentimientos cuanto decreto u ordenanza se interponga su camino. Por supuesto, no es el caso de Alamar, dechado de bienaventuranzas, donde tenemos resueltas todas nuestras urgencias, caprichos y veleidades.

Y los lectores se preguntarán: ¿A qué aludía entonces el grito de la señora? La razón es muy simple. El director de su centro laboral le había asignado, como tarea de choque, gritar: “¡Viva la Pepa!”, para estimular el trabajo del aguerrido equipo de la Procuraduría para la Elucidación de Problemas Adventicios. La filial de la PEPA en Alamar ha tenido tantos logros, que merecía que alguien la vitorease.


*Un estudio serio sobre este fenómeno: Genaro Elafilao: “La Desconflautación”. Editorial Parque de la Bolita. Alamar, 2021.


#Alamar

lunes, 8 de julio de 2024

Buena noticia.

 En medio de un verano con pocas esperanzas, una noticia alegra y le hace a uno tomar nuevos impulsos. 

Acabo de recibir el siguiente mensaje: 

Hola, buenas tardes, mi amigo. Hoy discutió su proyecto Cesar.  ¿Recuerdas la batalla para que le dieran la carrera?.

Hoy ya se graduó de Ingeniero ciencias informática con los 5 puntos,  toda la carrera premiada de dificultades pero logrado a puro pulmón. Gracias por todos los amigos que se sumaron y solidarizaron  en aquella ocasión.

Muchas gracias por tu apoyo.

A lo mejor recuerdan el caso de César Reynerio Sánchez Molina, aquel joven invidente al que le negaban la carrera en la UCI pues no había podido respoder, por su condición, una pregunta de geometría -que por ser ciego de nacimiento no poseía referentes para comprender- en el examen de ingreso a la universidad. La arbitrariedad fue abordada en el forum de Segunda Cita, Silvio remitió el caso a quienes correapondía, y finalmente lo admitieron. 

Hace unos minutos César discutió su ejercicio de grado y obtuvo cinco puntos. Agradece a todos los que tuvieron que ver con aquel acto de justicia... 




viernes, 5 de julio de 2024

Javier, feliz a tope.

 El pasado sábado Javier* llegó a casa un poco más feliz que lo normal. 

Desde hacía semanas estaba recibiendo los indicios: mas reuniones que las habituales, sugerencias de que las cosas mejorarían para los inspectores integrales, talleres con la participación de los principales dirigentes del territorio y, por último, la confirmación: ¡Van a topar los precios de productos de primera necesidad!. 

El extra de felicidad de Javier no es porque crea que su salario le alcanzará con los topes anunciados. A decir verdad, él nunca ha vivido de su mensualidad como funcionario público...

"Mi mayor virtud es reconocer cuando tengo que moverme de una esquina a la otra. Por eso jamás pudieron atraparme vendiendo dólares en la calle hasta que se me encarnó aquel jefe de sector, que no sabe el favor que me hizo..." Sí, porque  su éxito comenzó una tarde, allá en su natal Manzanillo -también pudo ser Pilón,  Nuevitas o Santa Clara- en que el teniente de la PNR le dio un ultimatum: "O te apuntas en el curso de superación para jóvenes desocupados, o te la aplicamos por actividad económica ilícita". Y se apuntó. 

Tres años después Javier integraba el ejército de trabajadores sociales -médicos del alma, les llamaron- que controlaba no se cometieran ilegalidades en las gasolineras. Al principio la desconfianza era mutua entre los pisteros, y Javier y su compañero de batería. Luego resultó que uno de los jefes de turno del ServiCupet era tio de una novia del compañero de Javier, coincidieron en una fiesta familiar: "Entramos en guara: ¿Tú me entiendes? Había que demostrar que uno es un hombre". 

A diferencia de otros jóvenes, Javier había aprendido que, cuando estás en la cuerda floja, no es bueno especular -aquí especular significa exhibirte haciendo lo que otros no pueden- y comenzó a ahorrar la platica que le entraba "por la izquierda". 

 Hasta que llegó el asunto de los cambios de electrodomésticos altos consumidores de electricidad por otros de menor consumo. La idea sería destruir los equipos suplantados y convertirlos en chatarra. 

Precisamente por  sus precedentes de joven serio -además de hombre, como él mismo me confesó-, que había aceptado la militancia y responsabilidades en su Comité de Base de la UJC, que participaba en todo acto y tribuna a los cuales fuera convocado aunque amaneciera "controlando" algun servicentro, Javier estuvo entre los escogidos que debían velar porque cada equipo alto consumidor llegara a los centros de reciclaje. 

Ya para entonces Javier tenía suficiente liderazgo en el territorio para, con tres o cuatro más como él, organizar una eficiente red de abastecimiento de electrodomésticos -obsoletos desde la perspectiva del llamado Programa de Ahorro Energético-  muy necesarios y demandados por cientos, hasta miles, de familias que en su natal Camagüey -también pudo ser Holguín, Baracoa, Placetas, Jatibonico- nunca, con su salario y sin familia en la yuma, hubieran podido comprar una lavadora o un refrigerador a los precios de CIMEX.  

Esa fue una etapa hermosa para Javier. Se había casado con una muchacha que, apenas graduada de medicina, la enviaron de misión a Venezuela. Entonces ya él podía sacar parte de su platica obtenida "por la izquierda" y comprarse una casa todavía de modo ilegal, traer a su mamá del barrio insalubre donde vivía, e invertir en un negocito -sin dar la cara, claro- en los albores del famoso "paquete semanal"**. Nadie le iba a cuestionar nada pues su esposa estaba de misión.

No es que no tuviera sus sobresaltos. Como ya dijo, a él siempre lo ha salvado su instinto para reconocer cuándo tiene que moverse. Aquello de venderle viejos refrigeradores y lavadoras a técnicos clandestinos que los reparaban y revendían tarde o temprano iba a explotar. Cuando su instinto -y un vecino "favorecido" cercano a un oficial del DTI- le avisaron, Javier hizo uso de un derecho que la Revolución le había otorgado a trabajadores sociales -médicos del alma, le llamábamos- plenamente integrados como él: seis meses de licencia para terminar su carrera universitaria. 

Al graduarse de licenciado en economía, -casi todos sus compañeros optaron por psicología pedagógica o estudios socioculturales pero lo de Javier siempre fueron los números- por  su trayectoria y haberse destacado en las auditorías que le tocaron como estudiante, lo pusieron al frente de un equipo de auditores de una empresa. 

"Ese fue un error.  Ahí no había búsqueda. La jefa de auditores, era de mármol esa tipa. Al cabo de un par de años, un amigo de su juventud temprana le preguntó si quería integrar un nuevo cuerpo de inspectores integrales que se estaba formando..." 

Ya Javier -también puede llamarse Pedro, Pablo, Leonardo, Alejandro, Miguel- no es un jovencito. Va camino a los cincuenta años. Cada nueva crisis, para él, ha sido una bendición. Cada bandazo, una fiesta. Cada tope de precios, cada nueva prohibición, para Javier redundó en más plata por la izquierda. 

"Oye, Javier, te jodiste por ahora, pospusieron lo del tope de precios". 

"¿Que yo me jodí? No chives, compay, jodido estás tú que quieres echar legalmente pa alante tu empresita. Eso no se puede hacer en este país, guajiro..." 

Y se va riendo. Feliz. Porque en un país que siempre está en crisis, Javier no puede ser otra cosa que un sujeto feliz... A tope.


*Seguramente ya sabes que Javier no existe como tal. O sí existe, puede ser cualquiera.

**El paquete semanal era un compendio de materiales audiovisuales e informáticos que cada semana circulaba por todo el país cuando la Internet era para privilegiados. No era legal pero jamas nadie fue a un proceso por eso. Dicen que quienes lo manejaban era.... 


martes, 2 de julio de 2024

Dos poemas de Eliseo Diego

Dianelis Zaldívar es una abogada, doctora en ciencias jurídicas y docente santiaguera que conocí personalmente en el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo de Cárdenas durante un evento teórico sobre Derechos Humanos. El muro de facebook de Dianelis es un verdadero oásis entre tanta tontería, estupidez -incluyendo las eventuales mías- que por allí pululan. Si quieren leer la más hermosa poesía, vayan al muro de facebook de Dianelis Zaldívar. Cada mañana, es de las primeras cosas que  hago. Hoy compartió estos dos poemas de Eliseo Diego...


 Canción para todas las que eres


No solo el hoy fragante de tus ojos amo

sino a la niña oculta que allá dentro

mira la vastedad del mundo con redondo azoro,

y amo a la extraña gris que me recuerda

en un rincón del tiempo que el invierno ampara.

La multitud de ti, la fuga de tus horas,

amo tus mil imágenes en vuelo

como un bando de pájaros salvajes.

No solo tu domingo breve de delicias

sino también un viernes trágico, quien sabe,

y un sábado de triunfos y de glorias

que no veré yo nunca, pero alabo.

Niña y muchacha y joven ya mujer, tú todas,

colman mi corazón, y en paz las amo.


Venid, amigos, a la fiesta mia.


Venid, amigos, a la fiesta mía,

a donde el campo grava el sol de rojo,

campo mi sangre en que mi vida acojo,

árbol mi sangre en que se encarna el día.

 

Pues mi casa renace en alegría

y el diario pan su eterno sol ofrece,

criaturas de mi sueño que os merece,

venid, amigos, a la fiesta mía.

 

Veréis que entera os doy la antigua tarde,

el camino y el árbol, la palabra

querida que dijimos ya muy tarde.

 

Pues cuando el pecho mi vigilia abra,

vendréis donde mi pan, donde mi vino arde,

al abrigado amor de mi palabra.



104 años del entrañable Eliseo Diego. Poeta entero y total. De las cumbres de la poesía cubana que el tiempo solo hace agrandar. 

Para mí el mayor de los homenajes es cuando al publicar uno de sus poemas alguien que dice: Eliseo!, como si no hiciera falta decir nada más; sin que haga falta decir nada más, porque diciendo su nombre se ha dicho todo. 


Feliz cumpleaños en la eternidad, querido poeta. 🌹

Dianelis Zaldívar